MADRID.- Cientos de personas secundaron hoy en Madrid la Marcha Mundial por la Paz y la No violencia, que empezó en Nueva Zelanda el 2 de octubre pasado y pretende llegar a Argentina a finales del año.
El coordinador de la manifestación y presidente de la Organización Un Mundo sin Guerras, Rafael de la Rubia, aseguró que aunque la paz era algo que parecía imposible, "obra cada vez con más fuerza".
"Si queremos cambiar la historia, que haya un giro, tenemos que trabajar en esta dirección,” dijo De la Rubia, quien aseguró que la convocatoria madrileña ha sido celebrada en la estación de trenes de Atocha por haber sido el lugar donde, dijo, hubo un acto de guerra.
El 11 de marzo de 2004 la estación de trenes madrileña fue el epicentro de una serie de atentados contra cuatro trenes de Madrid, en los que murieron 191 personas y más de 1.800 resultaron heridas.
El núcleo de la marcha pacifista es un equipo base, compuesto por unas cien personas, que están recorriendo a lo largo de tres meses 160.000 kilómetros, en una marcha que comenzó el 2 de octubre en Nueva Zelanda y que finalizará a primeros de año en la Punta de Vacas del Aconcagua, en Argentina.
En el acto, el grupo central estuvo acompañado por la presidenta de la Asociación por las Víctimas del 11-M, Pilar Manjón, y el deportista Perico Delgado.
El portavoz de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Jesús Abril, manifestó su voluntad de unirse “a esta iniciativa de paz, sin ánimos de venganza y con deseos de paz.”La marcha contó con la participación de diversos grupos folclóricos de algunos países latinoamericanos.
La iniciativa, que ha sido presentada en la ONU ante numerosos Gobiernos, cuenta con el apoyo de Gobiernos como los de Chile, Argentina o Croacia, y está apoyada por premios Nobel, políticos, académicos, escritores y músicos de todo el mundo.
