LA PAZ.- Treinta y tres choferes de transporte público fueron detenidos por violentas protestas en el primero de dos días de huelga del gremio contra un decreto gubernamental que sanciona severamente a conductores ebrios.
Cinco conductores de La Paz y 28 de la ciudad vecina de El Alto fueron aprehendidos cuando atacaban a pedradas y pinchaban las llantas de los vehículos públicos que desacataron la huelga de la poderosa Confederación de Choferes de Bolivia, dijo el comandante regional de la Policía, coronel Alberto Aracena.
"Este es un paro de los borrachos", dijo el ministro del Interior, Sacha Llorenti, antes de que se iniciara la protesta.
El paro del transporte público declinó sensiblemente por la tarde luego de que temprano piquetes ocuparon varias calles y carreteras interdepartamentales en cortes relámpago que fueron disueltas por la fuerza policial.
Los conductores consideran draconiano un decreto promulgado en febrero, que suspende la licencia de conducir de por vida a conductores del servicio público que sean sorprendidos manejando borrachos.
Mientras el gobierno y el sindicato de choferes anunciaban para la noche del miércoles la reanudación de negociaciones, el Presidente Evo Morales planteó "una ley seca" para los choferes y anunció que la norma "no se va a revisar aunque paren todo el año los transportistas". La medida impidió además durante todo el día el tráfico hacia las provincias.
El máximo líder de la Confederación de Choferes de Bolivia, Franklin Durán, en huelga de hambre desde el lunes en oposición al decreto, calificó la huelga de exitosa, aunque los reportes de medios locales dijeron que esta tuvo escaso impacto en todo el país.
Morales dictó el decreto luego de que en enero pasado se registraron más de 70 muertos en accidentes viales y que en algunos casos se evidenció que los choferes manejaban ebrios.
