Sale a la luz libro conservacionista escrito por el príncipe Carlos de Inglaterra

LONDRES.- El príncipe Carlos de Inglaterra ha escrito un libro conservacionista con ayuda de Tony Juniper, ex director de la ONG ecologista Friends of the Earth (Amigos de la Tierra), y del periodista radiofónico de la BBC Ian Skelly.

El libro, titulado "Harmony" (Armonía) comienza con una frase que no se asocia normalmente con un futuro monarca: "Éste es un llamado a favor de una revolución", aunque, según comenta hoy el diario The Guardian, el contenido resulta ser todo menos revolucionario al limitarse a abogar por un desarrollo "sostenible".

"No quiero que mis nietos, o los de usted, nos pregunten un día: ¿Por qué diablos no hicisteis algo para evitar lo que ahora sucede? Eso es lo que me motiva", dice el primogénito de Isabel II en un comentario para la TV que acompaña al libro.

"Quiero imaginarme que el haber nacido en esta posición no es casual sino que obedece a algo", afirma el autor.

Profusamente ilustrado con fotografías en color y con letras de oro repujadas en la portada, el libro recoge las preocupaciones harto conocidas del príncipe de Gales sobre el medio ambiente, la moderna arquitectura o la espiritualidad.

Según la editorial, sus dos colaboradores logran "explicar con sencillez los detalles esenciales de la visión del príncipe".

"Llevo veinticinco años tratando de fomentar la responsabilidad social y medioambiental en el mundo de la empresa, abogando por un mayor equilibrio en medicina y sanidad, un modo más cabal de educar a nuestros hijos y un enfoque más benigno y holístico de la ciencia y la tecnología", escribe Carlos.

"El problema es que en todas esas áreas me he enfrentado a las opiniones dominantes, a la actual ortodoxia y el pensamiento convencional, heredados en buena parte de la década de los sesenta (1960), pero cuyos orígenes se remontan a hace doscientos años", agrega.

"Al principio se me calificó de anticuado, de desconectado (de la sociedad actual), de ser anticiencia, un soñador en un mundo moderno demasiado sofisticado para ideas y técnicas tan obsoletas", se queja el heredero del trono.

"Ya a finales de los felices sesenta era visible el daño causado y sentí que era mi deber advertir antes de que fuera demasiado tarde de las consecuencias de hacer caso omiso de la tendencia intrínseca de la naturaleza a la armonía y al equilibrio", señala el futuro rey de Inglaterra.