LONDRES.- El Primer Ministro británico, David Cameron, confesó hoy viernes que dos de sus hijos volvieron del colegio con piojos, por lo que advirtió a los visitantes a su residencia en Downing Street de que comprueben si tienen liendres.
Según recoge una agencia local de noticias, el Premier dijo que si sentían la necesidad de rascarse la cabeza la culpa era de su hija Nancy, de 7 años, y de su hijo Arthur, de 4.
"Si las encontráis (las liendres) cuando lleguéis a casa, lo siento. Decídmelo y os enviaré un peine y algo de ungüento", dijo.
Un portavoz de Cameron descartó que el problema se esté extendiendo por la residencia oficial. "Creo que está contenido", dijo.