SEÚL.- El Presidente surcoreano, Lee Myung-bak, afirmó hoy que las revueltas pro-democráticas en el mundo árabe deben ser un ejemplo para países como Corea del Norte y alertó sobre la amenaza que supone para el mundo el programa nuclear norcoreano.
Lee, en la apertura de una conferencia en Seúl, señaló que las revueltas populares en Túnez o Egipto para pedir reformas políticas trascienden Oriente Medio y demuestran "que la democracia se desarrollará más rápido en la era de la comunicación global".
Según el presidente surcoreano, citado por la agencia local Yonhap, ello dificultará la perpetuación de las dictaduras.
Los expertos sobre Corea del Norte han indicado que la televisión y otros medios del régimen comunista norcoreano han mantenido un total silencio informativo sobre las revueltas en Túnez o Egipto.
Lee también se refirió al "persistente" desarrollo norcoreano de armas nucleares y las consideró "una grave amenaza no sólo para la paz en el noreste asiático, sino para el régimen de no proliferación de la sociedad internacional".
Las declaraciones del líder surcoreano se producen después de que el Consejo de Seguridad de la ONU debatiera ayer la adopción de un informe de expertos que condena el programa de enriquecimiento de uranio anunciado en noviembre por Corea del Norte.
China, país con derecho a veto, bloqueó la adopción de este informe en Nueva York, mientras que el enviado nuclear surcoreano, Wi Sung-lac, partió hoy mismo a Washington para discutir con EE.UU. nuevas medidas en relación a Corea del Norte.
Lee destacó la necesidad de "una genuina cooperación multilateral en seguridad" bajo el imperativo de que Corea del Norte desmantele su arsenal nuclear y "tome el camino de desarrollo de China y Vietnam", dos países comunistas con grandes tasas de crecimiento.
Las relaciones entre Seúl y Pyongyang se encuentran en uno de sus peores momentos desde el fin de la Guerra de Corea (1950-53), después de que en noviembre el Ejército norcoreano atacó con artillería una isla fronteriza de Corea del Sur y causó cuatro muertos.
Los intentos por reanudar el diálogo desde que comenzó el año han sido infructuosos, especialmente por ese ataque y el programa de uranio de Pyongyang, que el régimen asegura tiene fines pacíficos pese a que abre la puerta a la obtención de armas atómicas y se suma a su programa con plutonio.