RIAD.- Seis ricos países petroleros le solicitaron al presidente de Yemen, Ali Abdala Saleh, que le transfiera el poder a su vicepresidente, Abdarabu Mansur Hadi, informó el domingo un diplomático del bloque regional.
El diplomático, que solicitó el anonimato debido a la delicadeza del asunto, dijo que el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG) presentó un plan que contemplaría la renuncia de Saleh y le ofrecía inmunidad judicial. El consejo está formado por Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos, Katar, Omán, Kuwait y Bahrein.
El CCG había ofrecido mediar entre el presidente Alí Abdulá Saleh y los opositores que piden su dimisión. Los representantes se reunieron el domingo en la capital de Arabia Saudí, Riad, mientras en Yemen decenas de miles de opositores salieron a las calles de Saná.
Hace algunas semanas, Salé ofreció renunciar para finales de año si se acordaba una transferencia aceptable del poder, pero la oposición teme que sólo intente ganar tiempo.
Los cancilleres de las naciones del CCG llegaron el domingo a la capital saudí, Riad, para examinar la mediación. El sábado, un asesor prominente de Saleh se reunió en ese lugar con el canciller saudí, en un indicio de que hay negociaciones en marcha.
La semana pasada, Saleh rechazó la mediación ofrecida por el CCG y afirmó que ese grupo, de seis países, se entrometía en los asuntos de Yemen.
La protesta del domingo en la capital yemení fue realizada un día después de nuevos enfrentamientos entre los opositores y las fuerzas de seguridad en la Saná. Según testigos, la Policía arrojó gas lacrimógeno el sábado por la noche y muchos manifestaron tuvieron problemas para respirar.
El presidente Saleh, otrora gran aliado de Estados Unidos en la lucha contra la red terrorista de al-Qaida, intenta aferrarse al poder pese a las protestas casi diarias que durante dos meses han efectuado miles de personas para exigirle que dimita.
Los manifestantes en Saná planearon en principio marchar hacia la misión de Naciones Unidas, que está relativamente cerca del palacio presidencial, pero desistieron por el temor a una respuesta violenta del gobierno y regresaron a su punto de permanencia frente a la universidad de Saná.
El puerto sureño de Adén fue paralizado el domingo por segundo día consecutivo, con el cierre de oficinas gubernamentales y tiendas al tiempo que la población respondió al llamado de los opositores a una campaña de desobediencia civil.
