ROMA.- El difunto Papa Juan Pablo II no se preocupaba por el efecto que producía al ser filmado por las cámaras del mundo entero, dijo el domingo en una entrevista su ex portavoz Joaquín Navarro-Valls, a una semana de la beatificación del Sumo Pontífice.
Interrogado por el diario "Repubblica" sobre el Papa más mediático de la historia, el ex portavoz afirmó no haberlo visto jamás prepararse para salir ante las cámaras o preocuparse por la forma en que era filmado.
"Nunca, ni una sola vez. Para él las cámaras, los trucos, las luces, no existían (....) Al principio eso me preocupaba, pues las cámaras de televisión pueden ser crueles. Pero para él, comunicar era hacer aparecer la verdad y no construir una apariencia".
"Quería apasionadamente atraer la atención sobre el mensaje, pero el mundo parecía obsesionado con el mensajero", dijo el periodista español, miembro del Opus Dei.
El ex portavoz cuenta diversos aspectos de su vida y su carácter. Así como su relación con la comida y la bebida, que "era de indiferencia, de fastidio casi". Durante algunos periodos, sólo consumía un plato al día.
"La ironía era su característica más evidente (...) Le gustaba bromear, pullar, burlarse afectuosamente de sus colaboradores, parroquianos y sacerdotes" de Roma.
"No era un hombre solitario (...) No quería serlo", salvo para meditar, afirmó Navaro-Valls.
A veces Karol Wojtyla se enfurecía, especialmente "en situaciones de violencia física y moral (...), como cuando la guerra en el Líbano o en los Balcanes", puntualizó el ex portavoz.