LISBOA.- Una protesta convocada en Lisboa bajo el lema "Democracia real ya" reunió hoy a cientos de personas en el centro de la capital lusa para mostrar su solidaridad con los "indignados" de Barcelona que fueron desalojados a la fuerza de la plaza de Cataluña por los Mossos d'Esquadra.
Pese a la lluvia torrencial que cayó sobre la ciudad, los manifestantes llevaron a cabo su protesta contra el funcionamiento actual del sistema político y social tal y como tenían previsto.
El acto comenzó por la avenida Liberdade y llegó hasta la plaza de Rossío, donde desde el viernes pasado se encuentran acampadas decenas de personas que han seguido el ejemplo del llamado Movimiento 15-M español.
"En Barcelona tuvimos un claro ejemplo de cómo funciona nuestra democracia. Yo quiero cambiarla", rezaba una pancarta acompañada de una fotografía en la que uno de los jóvenes que resultó herido en la carga policial de ayer en Barcelona aparecía mostrando sus manos ensangrentadas.
La convocatoria logró paralizar durante unas horas el tráfico de la zona, con los manifestantes sentados en la calle y gritando consignas, algunas de ellas referidas a lo ocurrido en la capital catalana.
El desalojo temporal de los "indignados" de Barcelona, ordenado por la Generalitat catalana por motivos de "higiene", se saldó con más de un centenar de heridos.
El origen de la protesta lisboeta se remonta al 19 de mayo, cuando un grupo de españoles -fundamentalmente jóvenes estudiantes del programa Erasmus- se concentró y acampó frente al consulado de España en solidaridad con las concentraciones celebradas en la madrileña Puerta del Sol y en otros puntos del país.
Un día después, decidieron trasladar la acampada unos centenares de metros hasta la plaza del Rossío, en la que actualmente duermen a diario decenas de personas.
A partir de entonces el movimiento empezó a organizarse, tal y como ocurrió en la Puerta del Sol, y ha ido ganando cada vez mayor apoyo de los portugueses, que ya son mayoría en las asambleas que celebran cada tarde en el centro de la capital lusa.
Uno de los principales objetivos de sus críticas es el Fondo Monetario Internacional y el rescate financiero al que recurrió Portugal, que consideran que perjudicará la calidad de vida de sus ciudadanos en los próximos años.
Los ecos de las protestas celebradas en España y en otros países de Europa también han llegado a la ciudad portuguesa de Coimbra, donde ciudadanos lusos y extranjeros -entre ellos españoles, brasileños y mejicanos- acamparon esta semana a la entrada de la Iglesia de Santa Cruz para pedir un cambio en el sistema democrático.
