BRASILIA.- Las Presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y Argentina, Cristina Kirchner, pidieron el viernes en Brasilia "acciones conjuntas y concretas" de los países sudamericanos ante los impactos de la crisis en Estados Unidos y Europa.
"Debemos definir acciones conjuntas y concretas para defender a nuestros países de la excesiva liquidez que valoriza artificialmente nuestras monedas y de la avalancha de productos manufacturados que no encontrando mercado en los países desarrollados impactan al empleo y la industria en nuestras regiones", dijo la Presidenta brasileña en una declaración ante la prensa junto a su par argentina.
Ambas mandatarias declararon su apoyo a las reuniones de ministros de Hacienda de la región, la principal el 11 de agosto en Buenos Aires, "para coordinar respuestas del continente a la situación de crisis en la economía global", dijo Rousseff. La prioridad, según ambas, debe ser mantener la trayectoria de inclusión social en la región.
Rousseff elogió la "fuerza" de Sudamérica, en un buen momento de crecimiento económico y social, que contrapuso a Estados Unidos y Europa, que no citó expresamente.
"Cuánta diferencia en relación a otras partes del mundo hoy dominadas por la recesión, el desempleo, el caos financiero y fiscal, y sobre todo por la inmovilidad política en la resolución de los desafíos que tienen por delante", manifestó.
Kirchner aseguró que la reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) celebrada el jueves en Lima, demostró "por primera vez una mirada común -de la región- a los problemas económicos globales" y dijo que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, fue uno de los que propuso la acción conjunta económica frente a la crisis.
Kirchner, de 58 años y favorita a la reelección en su país y Rousseff, de 63 y que asumió en enero, se reunieron en Brasilia. El 31 de enero, Rousseff había visitado Buenos Aires en su primer viaje internacional tras asumir.
Las dos mandatarias expresaron su compromiso con la relación bilateral. "Nuestro futuro común pasa por más comercio, más inversión, más aproximación de nuestros empresarios" y mayor integración de las cadenas productivas, dijo Rousseff.
Anunciaron además la creación de un Consejo de Empresarios Brasil y Argentina destinado a dirimir diferencias. "Vamos a trabajar mucho para la articulación del sector privado argentino y brasileño, porque no puede haber incompatibilidades", dijo Kirchner.
Ambos gobiernos firmaron en junio un acuerdo comercial, pero los exportadores brasileños denunciaron después que persistían los problemas de acceso. Protestas parecidas han expresado los industriales uruguayos.
El intercambio Brasil-Argentina sumó 33.000 millones de dólares en 2010, con déficit de 4.000 millones para Argentina, tercer socio de Brasil. En la primera mitad de 2011, el comercio bilateral asciende a 18.500 millones de dólares, con 2.500 millones de superávit para Brasil.
