BEIRUT.- Tanques del Ejército sirio irrumpieron en una ciudad del este del país y detuvieron a muchas personas, advirtieron el miércoles activistas sirios, mientras el régimen enfrenta amenazas internacionales de un embargo de armas y nuevas sanciones.
Los tanques entraron a Deir el-Zour temprano el miércoles, según el grupo activista Comités Locales de Coordinación, que citó a testigos. Deir el-Zour es una región pobre pero de grandes recursos petroleros conocida por sus clanes y tribus, cuyos lazos se extienden a través del este de Siria y hasta Irak.
La sublevación en Siria ha durado más de cinco meses y no exhibe indicios de parar. Con las fuerzas del Presidente Bashar al-Assad reprimiendo a los manifestantes, el saldo de muertos ha alcanzado 2.200 desde marzo, informó Naciones Unidas esta semana.
El martes, naciones europeas y Estados Unidos propusieron una resolución al Consejo de Seguridad de la ONU que busca un embargo de armas y otras sanciones a fin de presionar a Damasco para que cese la represión. Siria ya está bajo sanciones de Estados Unidos y países europeos, pero ha habido llamadas para medidas más estrictas.
Assad ha desestimado las extensas condenas internacionales y llamados para que renuncie y ha insistido en que pandillas armadas y matones están detrás de la violencia, y no verdaderos promotores de reformas democráticas.
Siria ha prohibido la presencia de medios de comunicación extranjeros y ha restringido la cobertura mediática local, lo cual hace imposible confirmar los acontecimientos en el país de manera independiente.
Aunque extensos reportes de testigos y videos de ciudadanos comunes pintan una represión brutal por parte de las fuerzas de seguridad, la agencia de noticia estatal de Siria dice que las fuerzas de seguridad son las verdaderas víctimas de hombres bien armados y extremistas religiosos.
La agencia oficial "SANA" divulgó el miércoles imágenes horripilantes de 14 cuerpos en descomposición y dijo que "grupos terroristas armados" secuestraron y torturaron a esas personas en días recientes y tiraron sus cuerpos cerca de Homs, una ciudad en el centro de Siria que ha sido un hervidero de protestas.
