Yves Leterme.
ReutersBRUSELAS.- El primer ministro belga, Yves Leterme, anunció que abandonará próximamente sus funciones, en momentos en que el país sigue afectado por una grave crisis política, para convertirse en el secretario general adjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) -a la que pertenece Chile-.
En un comunicado, Leterme "confirmó que el secretario general de la Organización de Cooperación y de Desarrollo Económicos, Angel Gurria, lo propuso como secretario general adjunto de la organización".
"Corresponde a los representantes de los Estados miembros de la OCDE aprobar la proposición el próximo viernes", añadió.
El anuncio de la partida de Yves Leterme, quien dirige el actual gobierno belga desde fines de noviembre 2009, se produce en momentos en que la situación política del país sigue siendo incierta.
Bélgica enfrenta una profunda crisis motivada por las grandes diferencias entre la población flamenca, al norte, y valona francoparlante, al sur. La puja entre ambas comunidades ha mantenido "congelada" la formación de un nuevo gobiern durante más de 15 meses.
Presión de independentistas
Ayer lunes, el rey Alberto II (el país es una monarquía constitucional) urgió nuevamente a los partidos políticos para que lleguen a un acuerdo para formar gobierno, "con el fin de dedicarse a los problemas económicos y presupuestarios y de preservar el bienestar de los ciudadanos", señaló.
El acuerdo es negociado por el líder de los socialistas valones, Elio Di Rupo, quien dirige el diálogo entre los presidentes de ocho partidos flamencos y francófonos.
No obstante, el principal obstáculo es la ausencia en las tratativas del movimiento independentista flamenco Nieuw-Vlaamse Alliantie (N-VA), creado en 2001 y que busca la autonomía de la comunidad del norte. El punto de quiebre es qué pasará con Bruselas, la capital, que se encuentra en zona flamenca pero es mayoritariamente de habla francesa.
La crisis política se une a la económica, pues Bélgica es uno de los países que está en la mira de los observadores internacionales debido a la situación de su deuda, en el marco de los problemas que enfrenta la zona euro.
