Fuerzas sirias asaltan ciudad y combaten a desertores residentes

AMAN.- Fuerzas sirias apoyadas por tanques y helicópteros asaltaron el martes una ciudad estratégica tras combatir con desertores del Ejército, en una operación a gran escala para contener las protestas prodemocráticas en el centro del país, dijeron residentes.

Decenas de tanques y vehículos armados entraron en Rastan, una ciudad de 40.000 habitantes situada en la carretera hacia Turquía, cerca de la población de Homs, tras atacarla durante la noche con armas pesadas de tanques y helicópteros tras dos días de asedio, indicaron los residentes.

La región, junto con la provincia de Idlib en la frontera con Turquía en el noroeste, ha emergido como el centro de una resistencia armada al Gobierno de Bashar al-Assad tras seis meses de protestas callejeras.

Las manifestaciones populares exigen poner fin a más de cuatro décadas de gobierno de la familia Assad en el país de 20 millones de habitantes en el corazón de Oriente Medio.

"Tanques se acercaron a Rastan durante la noche y el sonido de ametralladoras y explosiones no ha cesado. Finalmente entraron esta mañana", dijo uno de los residentes, que se identificó como Abu Qassem.

Otro dijo que las ametralladoras dispararon desde helicópteros cerca de su casa en el extremo sur de la ciudad, donde cientos de desertores del Ejército que se refugiaron en la ciudad en las últimas semanas -incluidos algunos a bordo de tanques- han estado resistiendo a las fuerzas leales a Assad.

"No hemos sido capaces de salir a las calles en dos días y no tenemos ni idea de las víctimas", dijo.

Assad ha respondido a las protestas enviando tanques y tropas por todo el país en una campaña que, según Naciones Unidas, ha cobrado la vida de 2.700 personas, entre ellas 100 niños.

El presidente de 46 años es miembro de la minoría alauí, una rama del islam chií. Ha gobernado el país de mayoría suní -dominando el Estado, el Ejército y el aparato de seguridad- desde que heredó el poder de su padre Hafez al-Assad hace 11 años.

Los diplomáticos dicen que el hermano menor de Assad, Maher, que comanda el Ejército, está encargado de la ofensiva militar para contener la revuelta.

Su padre afrontó un desafío laico e islamista en la década de 1980 y usó a los militares para aplastar a sus oponentes, matando a decenas de miles de personas.

Bashar al-Assad ha dicho en repetidas ocasiones que el uso de sus fuerzas ha sido restringido y que cualquier país respondería a una revuelta de estas características con tácticas similares. Las autoridades dicen que 700 militares y policías han muerto a manos de terroristas y agitadores.