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Canje Israel-Hamas por soldado raptado en 2006 no incluye a presos palestinos "estrellas"

Según un diario israelí, los líderes palestinos más importantes que permanecen encarcelados no formarían parte del histórico intercambio.

12 de Octubre de 2011 | 04:21 | Agencias

JERUSALÉN.- El canje que Israel acordó con el movimiento islamista Hamas finalmente no incluye a los dos presos palestinos más famosos, Maruán Barguti y Ahmed Saadat, según asegura el diario israelí Yediot Aharonot.

"En la cárcel quedarán Barguti, Saadat y el jefe de Hamas en Cisjordania (Abas Sayed) que planificó el atentado del hotel Park", señala el periódico.

El carismático Barguti, ex secretario general de Al Fatah en Cisjordania, fue condenado en 2004 por Israel a cinco cadenas perpetuas por el asesinato de cinco israelíes y por liderar las Brigadas de los Mártires de Al Aksa.

Saadat, líder del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), fue sentenciado por el asesinato en 2001 del entonces ministro israelí de Turismo, Rejabam Zeevi, en un hotel de Jerusalén.

Anoche, la televisión Al Aksa, que emite desde Gaza y próxima a Hamas, había informado que ambos estaban entre el millar de palestinos que Israel dejará en libertad en los próximos días a cambio del soldado Guilad Shalit, cautivo desde el 25 de junio de 2006.

Según el diario israelí, tampoco verá la luz en este canje Abas Sayed, que cumple 31 cadenas perpetuas por el más sangriento atentado de la Intifada de Al Aksa, el perpetrado en 2002 contra el hotel Park de la ciudad de Natania durante el Pesaj, en el que murieron treinta personas.

El acuerdo de canje, en el que mediaron Egipto y Alemania, fue alcanzado entre el jueves y ayer, martes, y los medios israelíes esperan el regreso de Shalit y la liberación de los palestinos entre los próximos martes y miércoles, en el mejor de los casos.

Otros ausentes en el intercambio, de acuerdo a Yediot Aharonot, serían Ibrahim Hamed, jefe del brazo armado de Hamas en Cisjordania, quien aún no ha sido juzgado, ni Abdala Barguti, responsable del atentado en 2001 contra un restaurante en Jerusalén.

Madre del soldado: "Alegría indescriptible" 


Mientras tanto, la madre del soldado Shalit dijo que no podía describir la alegría que sentía por confiar en la pronta liberación de su hijo.

"Estamos esperando con gran preocupación la semana o los diez días hasta que regrese Gilad", dijo.

El padre del militar, Noam Shalit, consideró que el acuerdo marca "un día simbólico, en el que el gobierno de Israel, tras más de cinco años, 1.935 días difíciles y 1.935 largas noches, traerá a Gilad a casa".

"Queremos bendecir y respaldar al primer ministro (Benjamín Netanhayu) por su decisión y por el liderazgo que mostró pese al largo tiempo que pasó", añadió Noam Shalit.

"Para nosotros, el asunto quedará cerrado cuando veamos a Gilad bajar las escaleras de casa", concluyó.

Saludo de Sarkozy

El martes, el Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, tomó contacto con la familia del soldado para felicitarlos por la noticia de su futura liberación.

Shalit tiene doble nacionalidad israelí y francesa, y posee pasaporte de ese país europeo, por lo que el Gobierno galo había mantenido preocupación por su caso.

El militar había sido capturado por un comando de militantes palestinos en la frontera con la franja de Gaza. El grupo llegó al otro lado de la frontera a través de un túnel y  sorprendió a los tripulantes de un tanque, entre ellos Shalit.

Dos de los tanquistas murieron y un tercero resultó herido. El primer indicio de la captura del cuarto tripulante fue el hallazgo de su chaleco antibalas ensangrentado.

El ataque fue reivindicado por tres grupos armados palestinos,  entre ellos las Brigadas Ezzedin Al Qassam, rama armada de Hamas.

En su primera carta, fechada tres meses después del ataque, Shalit escribió a sus  padres que su estado de salud "se degrada día a día, en particular en el plano  moral, lo que hace que esté depresivo".

"Espero que esta pesadilla insoportable cese y sea liberado de esta celda  en la que estoy detenido y aislado", añadió en la misiva, transmitida por la Cruz Roja, un deseo que está próximo a convertirse en realidad.

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