El Papa fue recibido por Raúl Castro y recibió el afecto de los católicos cubanos.
AFPSANTIAGO DE CUBA.- El Presidente de Cuba, Raúl Castro, destacó hoy las "estrechas relaciones" entre la Santa Sede y su país en el discurso de bienvenida a Benedicto XVI, que inició este lunes una visita pastoral a la isla.
"Nos satisfacen las estrechas relaciones entre la Santa Sede y Cuba, que se han desarrollado sin interrupción durante 76 años, siempre basadas en el respeto mutuo y en la coincidencia en asuntos vitales para la Humanidad", afirmó Castro.
Al mismo tiempo, aseguró que la Constitución cubana garantiza "plena libertad religiosa" a todos los ciudadanos, en una alocución en la que aprovechó para denunciar el bloqueo de Estados Unidos contra la isla.
"Sin razón, a Cuba se le calumnia pero nosotros confiamos en que la verdad de la que jamás nos apartamos siempre se abre paso", declaró.
Castro defendió que Cuba ha seguido "cambiando todo lo que deba ser cambiado, conforme a las más altas aspiraciones del pueblo cubano y con la libre participación de este en las decisiones trascendentales de nuestra sociedad".
También resaltó los proyectos de cooperación internacional que Cuba impulsa y citó como ejemplos las decenas de miles de médicos de otros países que ha formado la isla o su contribución en enseñar a leer y escribir a 5,8 millones de analfabetos.
No olvidó en su discurso ante el Papa citar a su hermano Fidel -retirado del poder desde 2006- para advertir sobre los peligros que amenazan a la especie humana.
"Hay crecientes amenazas a la paz y la existencia de enormes arsenales nucleares es otro grave peligro para el ser humano. El agua o los alimentos serán, después de los hidrocarburos, la causa de las próximas guerras de despojo. Con los recursos que se dedican a producir mortíferas armas, podría eliminarse la pobreza", advirtió.
"La corrupción de la política y la falta de verdadera democracia son males de nuestro tiempo", agregó.
Cálido saludo de cubanos pero sin multitudes
El "Papamóvil" que traslada a Benedicto XVI fue saludado hoy cálidamente en las calles de Santiago de Cuba, pero sin grandes multitudes como las habituales en otros países de América Latina.
Numerosos fieles cubanos celebraron el paso del Papa apostados al lado de la carretera por la que pasaba camino al Arzobispado de Santiago, donde saludó a los primeros religiosos en la isla.
La asistencia de feligreses a las calles para ver al pontífice, sin embargo, no fue masiva. En varios lugares de la carretera se podían ver claros entre las filas de curiosos.
Varios habitantes de Santiago colocaron desde la víspera banderas del Vaticano y de Cuba en las ventanas y balcones de sus casas para saludar a Benedicto XVI.
Las calles de la ciudad, la segunda de la isla, estaban en relativa normalidad por la mañana.La Plaza de la Revolución Antonio Maceo en el centro de Santiago empezaba a llenarse lentamente por la tarde, pese a las temperaturas en torno a los 30°C.
La céntrica plaza, con una capacidad para unas 200.000 personas, no lucía sin embargo repleta aún más o menos dos horas antes de la misa del Pontífice.
El Estado cubano decretó día festivo hoy en Santiago para que la población pueda acudir a la misa. Las empresas estatales dieron libre a sus trabajadores y las autoridades pidieron a los militantes comunistas que estén en la plaza para el acto.
Benedicto XVI llegó hoy procedente de México para una visita de poco más de 48 horas a la isla caribeña. El papa alemán es el segundo que llega Cuba tras la histórica visita de Juan Pablo II en 1998.
