GINEBRA.- El Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrará una sesión especial sobre Siria este viernes para investigar la masacre de más de 100 personas en la localidad de Houla, entre ellas, varios niños.
Estados Unidos, Qatar, Turquía y la Unión Europea lideraron la presión para celebrar la sesión, que será la cuarta vez en la que Siria sea interrogada ante el organismo de derechos humanos de la ONU desde que comenzó la revuelta contra el mandato del Presidente Bashar al-Assad a principios del año pasado.
El debate aún no ha sido anunciado oficialmente y requiere la firma de los 16 países que integran el Consejo de Derechos Humanos.
"Se está materializando todo muy rápidamente. Va a tener un apoyo enorme", dijo un funcionario.
El plan de algunos miembros es elaborar un texto que probablemente condene la masacre de Houla del viernes pasado, en la que al menos 108 personas murieron, y demande una mayor investigación.
La masacre, una clara violación de un acuerdo de cese del fuego mediado por el enviado internacional Kofi Annan, ya ha llevado a que al menos siete países occidentales expulsen a los enviados sirios de sus capitales.
La Unión Europea probablemente presione al Consejo de Derechos Humanos para recomendar que el Consejo de Seguridad de la ONU refiera el caso a la Corte Penal Internacional.
"Debe ser una resolución fuerte, robusta porque lo que ha pasado es simplemente intolerable", dijo un diplomático de la UE.
China y Rusia, que tienen el poder para vetar sanciones de la ONU en contra de Siria se han negado a culpar a las fuerzas leales al presidente Al-Assad por las matanzas en Houla, así que la indignación internacional probablemente no se traduzca en una acción dura contra el Gobierno sirio.
En el último debate del Consejo de Derechos Humanos sobre Siria, 41 de 47 miembros respaldaron una resolución criticando al país. Sólo Rusia, China y Cuba votaron en contra.
Un mes antes, el embajador sirio salió intempestivamente del Consejo durante un debate de emergencia sobre Siria, culpando a países extranjeros de incitar la lucha sectaria y proveer armas a la oposición en el país.
