EL CAIRO.- El líder de la oposición política siria, Muaz al Jatib, se ha reunido por primera vez con el líder de las fuerzas rebeldes, Salim Idris, en un encuentro inédito para aunar esfuerzos en la lucha contra el régimen del presidente sirio, Bashar Al-Assad.
En un comunicado conjunto enviado hoy, la Coalición Nacional de Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (CNFROS) y el Mando Militar de los rebeldes aseguran que Al Jatib e Idris reafirmaron la "demanda popular de derrocar al régimen" y la necesidad de acelerar la formación de un gobierno de transición.
La nota, que no especifica el lugar ni la fecha de la reunión, asegura que el encuentro se produjo "en respuesta a las legítimas demandas del pueblo sirio en su lucha por la libertad".
Los líderes de la CNFROS y del Mando Militar Conjunto pidieron la caída del régimen y de todas sus figuras, el desmantelamiento de las fuerzas de seguridad leales a Al-Assad y el fortalecimiento del pueblo sirio "para que pueda tomar su destino en sus manos y defenderse".
En su breve comunicado, Al Jatib e Idris terminan con un llamamiento para la formación de un "gobierno interino que ponga fin al sufrimiento del pueblo sirio".
Según sus estatutos, a los que tuvo acceso Efe esta semana, el Consejo Supremo del nuevo Mando Militar de los rebeldes sirios será el máximo poder militar del Gobierno provisional de Siria y su comandante en jefe, Idris, será el ministro de Defensa.
El pasado 10 de diciembre, el Mando Militar Conjunto, encabezado por Idris, fue presentado oficialmente tras una conferencia global, celebrada en Turquía entre los días 4 y 8 de diciembre, en la que participaron dirigentes de fuerzas militares y revolucionarias.
En esta nueva comandancia no están incluidos dos grupos radicales con supuestos vínculos con Al Qaeda, el Frente Al Nusra y la brigada de los Libres del Shams, ni tampoco la cúpula de los fundadores del Ejército Libre Sirio.
Mientras, la CNFROS fue creada el pasado 11 de noviembre en una cumbre en Doha y ha sido reconocida como "representante legítimo" por un buen número de países, aunque sus críticos señalan que está controlada por islamistas y que no incluye a minorías ni a representantes de otros grupos de la llamada "oposición interna".
