Los tres conscriptos bolivianos que se encuentran detenidos en el norte.
GendarmeríaIQUIQUE.- "Cuando nos detuvieron, aún nos encontrábamos en territorio boliviano". Con esas palabras, los tres conscriptos capturados en el paso fronterizo Colchane explicaron al presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja de su país, Ever Moya, el momento de su captura la el pasado 25 de enero.
En la declaración –realizada la tarde del sábado en el penal de Alto Hospicio y la que tuvo acceso Emol- los uniformados relataron al parlamentario los detalles del arresto y los episodios posteriores que han debido enfrentar luego de ser formalizados por el delito de porte ilegal de instrumento bélico, precisamente porque uno de ellos, José Luis Fernández (18) –lo acompañaban Alex Choque y Augusto Cárdenas- portaba un Fusil FAL.
"Una vez que nos han detenido, nos trasladaron en una camioneta de Carabineros donde iban como quince o más policías, no recordamos, estábamos asustados", agregan los conscriptos, enfatizando que al momento de ser aprehendidos "le dijimos a la policía que esperara a nuestro superior para que hablara con ellos, pero no aceptaron".
"Nunca pensamos que íbamos a ser detenidos porque, supuestamente, estábamos cumpliendo nuestra misión de custodiar una movidad indocumentada", continúan, detallando que minutos previos al arresto, se encontraban persiguiendo contrabandistas que viajaban en siete automóviles, cuatro de ellos escaparon, y los otros tres quedaron abandonados en el área.
"Por eso, estábamos resguardando para cuando volvieran los dueños a recupera los vehículos", recalcan.
Tras la aprehensión, los imputados recuerdan que viajaron cerca de diez minutos "a toda velocidad". "Ahí recién nos dijeron que estábamos en territorio chileno. Entonces, comenzó a pasar un avión, a tomar fotografías y encender unas bengalas", agregan.
Luego, cuentan los soldados, fueron trasladados hasta la localidad de Cariquima, en la comuna de Colchane. "Tardamos cerca de 40 minutos y una vez allí, nos han subido al avión que nos llevó hasta la ciudad", dicen.
Respecto a su situación actual, luego de permanecer 24 días en prisión preventiva, los conscriptos aseguran estar "deprimidos, preocupados y con un sentimiento de impotencia".
"Nosotros no tenemos ninguna culpa, sólo estábamos siguiendo las instrucciones de nuestros superiores de resguardar y luchar contra el contrabando", confiesan.
Asimismo, afirman que ha sido difícil soportar los días privados de libertad, puesto que "nos encierran en la celda a las seis de la tarde hasta las 9 de la mañana y desde las 10 de la noche, estamos sin luz".
"Tampoco nos han cambiado las sábanas desde que llegamos aquí y no tenemos posibilidad de lavarlas", comentan.
Sin embargo, concuerdan en que se sienten preocupados respecto al resultado de la audiencia que mañana deberán enfrentar ante el Juzgado de Garantía de Pozo Almonte, instancia que podría dejar terminar con la expulsión de los militares del país. "Estamos asustados y tememos represalias", concluyen.
