SEÚL.- El líder norcoreano, Kim Jong-un, visitó una unidad del Ejército a la que pidió defender la "querida patria socialista", en un momento en que el régimen mantiene en tensión a la región por la intensificación de sus amenazas.
La agencia de noticias KCNA informó que Kim visitó la unidad 1973 del Ejército Popular de Corea, a cuyos integrantes también instó a "glorificar las hazañas imperecederas de los generalísimos Kim Il-sung y Kim Jong-il con una honrosa victoria en una gran guerra por la reunificación nacional".
Kim Jong-il, que se cree que tiene en torno a 30 años, es el tercer dictador que se sitúa al frente de la única dinastía comunista del mundo, después de que ocuparán el cargo su abuelo Kim il-sung, fundador de Corea del Norte, y su padre Kim Jong-il, que falleció en 2011.
KCNA no especificó el lugar en el que se encuentra el cuartel ni la naturaleza de este batallón. Sin embargo, analistas surcoreanos citados por la agencia Yonhap consideran que se trata de una unidad de las fuerzas especiales norcoreanas estacionada en la provincia de Pyongan del Sur, al norte de la capital, Pyongyang.
La agencia estatal de noticias norcoreana reiteró hoy las denuncias contra los ejercicios "Foal Eagle" que llevan a cabo Seúl y Washington hasta final de abril en territorio surcoreano y en el que participan miles de efectivos y activos militares con capacidad nuclear.
El texto subrayó que el régimen comunista ya ha dejado claro que si se desata una guerra responderá con su capacidad nuclear y no evitará realizar ataques preventivos.
Tras las sanciones adoptadas por la ONU como castigo a su prueba atómica de febrero, Pyongyang anunció recientemente que ha anulado unilateralmente el Acuerdo de Armisticio que puso fin a la guerra que enfrentó a las dos coreas (1950-53) y que tampoco respetará los pactos de no agresión alcanzados desde entonces.
Ayer mismo, la ONU también aprobó una resolución para establecer un comité que investigue violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte, decisión que Pyongyang ha dicho "rechazar y despreciar" y que considera parte de una campaña orquestada por EE.UU. para fomentar la "repugnancia y hostilidad" hacia el país comunista.
