CLEVELAND.- "Esta muerto para mí". Así de clara fue la opinión de Angie Gregg, sobre su padre Ariel Castro, quien es el principal acusado de secuestrar y violar a tres jóvenes mujeres al interior de su casa en Estados Unidos.
En una entrevista con la cadena estadounidense "CNN", la hija del sujeto lo calificó como "el criminal más malo, vil y demoniaco" y le cerró completamente la puerta a un posible perdón.
"No habrá visitas (a la cárcel), no habrá llamadas telefónicas. Nunca podrá ser mi papá otra vez. No tengo simpatía por ese hombre", aseguró la muchacha.
En la entrevista, Angie Gregg aún no cree de lo que fue capaz de hacer Castro con sus víctimas, con una de las cuales tuvo una hija, que actualmente tiene seis años.
"Me pregunto todo este tiempo, cómo pudo ser tan bueno con nosotros, pero (presuntamente) alejó a esas jóvenes mujeres, niñas, los bebés de otros, de sus familias y por años nunca se sintió lo suficientemente culpable para dejar todo y liberarlas", concluyó.
Sin sospecha
Anggie recuerda que cuando visitaba a su padre, éste siempre se demoraba en abrir la puerta que siempre mantenía con llave. Incluso, Castro le decía a ella por una de las ventanas que mejor entrara por la puerta trasera de la casa.
Una vez adentro -recuerda la mujer- las visitas eran divertidas y cordiales. Ella junto a su esposo y su padre comían, veían fotos y escuchaban música juntos. "Parecía estar feliz de vernos y nunca nos pidió que nos fuéramos", recordó.
En una de las visitas, Angie le preguntó a su padre si podía entrar a la recámara que tenía cuando era niña, pero éste le puso de pretexto que el lugar estaba lleno de basura. "No vas a querer ir allá arriba", le consultó en ese momento a ella.