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Santiago: Miércoles 24 de abril del 2024 | Actualizado 01:12
ESTAMBUL.- Opositores al Gobierno denunciaron que el desalojo por la fuerza de los manifestantes que estaban asentados en el parque Gezi significó una de las noches más violentas del movimiento, que ya lleva dos semanas, con el uso de gas lacrimógeno, pelotas de goma y granadas aturdidoras dejó cientos de heridos.
Según la Plataforma Taksim, uno de los principales organizadores de las protestas, la policía llevó a cabo la acción con una violencia digna de una guerra.
La agrupación calificó la acción de "crimen contra la humanidad" debido a la presencia en el lugar de muchas mujeres con niños y ancianos. También exigió que la policía deje de impedir el trabajo de médicos que ayudan de forma voluntaria a los manifestantes.
La organización aseguró que la violencia no detendrá las protestas, y de hecho la mañana de este domingo volvió a haber enfrentamientos. Según un testigo, la policía persiguió a un grupo por la calle comercial de Istiklal.
Por su parte, el Gobierno anunció que actuará con dureza. El ministro responsable de las negociaciones con la Unión Europea (UE), Egemen Bagis, declaró a la prensa local que "todo aquel que entre en la plaza Taksim (el símbolo de las protestas) será tratado como un terrorista".
Bagis acusó en los últimos días que las manifestaciones eran dirigidas desde el exterior y criticó la cobertura internacional de los hechos.
Para esta tarde el partido gubernamental AKP ha organizado una marcha de sus seguidores en Estambul para manifestarse a favor del Gobierno.
En una operación planeada con precisión, la policía expulsó en la noche de este sábado a unos 10.000 manifestantes de Gezi. Luego las autoridades municipales utilizaron palas mecánicas y camiones de basura para retirar todos los restos de la acampada.
El Primer Ministro, Recep Tayyip Erdogan, había amenazado poco antes con echar a los manifestantes. "O bien abandonan el parque o las fuerzas de seguridad de este país sabrán lo que tienen que hacer", dijo el político en la tarde del sábado en un acto ante decenas de miles de seguidores en la capital, Ankara.
La ola de protestas a nivel nacional comenzó hace dos semanas tras un primer desalojo violento del campamento en el parque Gezi, ubicado al lado de la plaza Taksim. Los manifestantes protestaban allí contra los planes del gobierno de construir un complejo comercial, de viviendas y un museo que acabaría con una de las últimas zonas verdes que quedan en Estambul.
Sin embargo, el movimiento luego se extendió de manera general contra el estilo de Gobierno del Primer Ministro islamista moderado.
