Gobierno iraquí declaró que es incapaz de impedir envío de armas entre Irán y Siria

BAGDAD.- El ministro de Asuntos Exteriores de Irak, Hoshiyar Zibari, declaró este domingo que su país es incapaz de impedir el envío de armas de Irán a Siria, tráfico que presuntamente se realizaría con aviones que sobrevuelan el espacio aéreo iraquí.

En una entrevista publicada por el diario árabe internacional Asharq al Awsat, Zibari dijo haber "informado a los (países) occidentales de que Irak no puede cesar ese envío desde Teherán a Damasco en caso de que exista".

"Desde septiembre pasado, comenzamos operaciones de inspección aleatorias de aviones iraníes y sirios. Hemos descubierto material que no es letal y que consiste en equipos, medicinas y alimentos", sostuvo el ministro.

"Con toda honestidad, digo que esos aviones quizás llevaban otras cosas", argumentó Zibari, que explicó que Irak carece de "medios disuasorios, sistemas de defensa aérea ni aviones militares" para impedir el transporte de armas en ese tipo de casos.

El responsable iraquí pidió ayuda al Consejo de Seguridad de la ONU y a la OTAN para poder impedir el vuelo de aviones iraníes con armamento que atraviesen el espacio aéreo iraquí con destino a Siria.

"Irak están entre dos fuegos, el de Irán, que es un vecino poderoso, aliado y amigo; y el de Estados Unidos, que también es nuestro aliado", sostuvo Zibari, para quien el problema de su país radica en "cómo mantener su posición y neutralidad sin verse arrastrado hacia alguna de esas dos partes".

Además, recordó que Bagdad se ha puesto en contacto con Teherán y con los miembros del Consejo de Seguridad para condenar el transporte de armas sobre el espacio aéreo iraquí.

A finales de mayo pasado, el asesor del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, Ali al Musaui subrayó que Irak había intensificado la inspección de vuelos iraníes hacia Siria, "como resultado de las informaciones sobre el paso de aviones cargados de armamento".

Varios responsables estadounidenses y de otros países occidentales han acusado a Bagdad de autorizar el uso de su espacio aéreo por parte de Irán para enviar armas a Siria, escenario de una guerra civil entre las fuerzas del régimen de Bachar al Asad y los rebeldes.