WASHINGTON.- Tras la publicación del informe de los expertos de la ONU que encontró "evidencias claras y convincentes" de que en Siria se usaron armas químicas en agosto, Washington insistió este lunes en que el ataque fue cometido por el gobierno de Bashar Al-Assad.
Si bien no fue tarea de los inspectores identificar a los responsables del ataque del 21 de agosto, los datos técnicos presentados en el reporte "fortalecen nuestra opinión de que esos ataques fueron realizados por el régimen sirio", dijo la asesora de seguridad nacional de Estados Unidos, Susan Rice.
Sólo el régimen poseía las capacidades para perpetrar un ataque de esas características, justificó Rice. Como "pruebas" mencionó la calidad del gas sarín y el tipo de los misiles usados.
En cuanto al plan marco para la destrucción de las armas químicas sirias, la representante estadounidense dijo que su país seguirá colaborando "con urgencia" con Rusia, Reino Unido, Francia, la ONU y otras entidades.
El objetivo es garantizar "que el proceso sea verificable y haya consecuencias en el caso de que el régimen de Assad no cumpla con el plan marco acordado", enfatizó.
Obama dio hoy luz verde para entregar ayuda "defensiva" para los rebeldes sirios, destinadas a que se puedan proteger mejor contra un eventual nuevo ataque con armas químicas, alega la Casa Blanca.
Entre los equipamientos se cuentan trajes de protección. El plan también contempla el entrenamiento de opositores especialmente seleccionados.
Organizaciones y personal médico que trabajan en Siria también recibirán equipos que les permitan resguardarse de ataques químicos.
