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Santiago: Miércoles 24 de abril del 2024 | Actualizado 06:56
NAIROBI.- El importante clérigo musulmán Sheikh Ibrahim Rogo y otras tres personas fueron asesinadas por pistoleros desconocidos en la ciudad portuaria de Mombasa, en el sureste de Kenia.
Según informó hoy el diario local "Daily Nation", Rogo y cuatro compañeros volvían anoche a casa de la mezquita de Musa, donde el líder musulmán había estado predicando, cuando el vehículo en el que viajaban fue acribillado a balazos, a medio kilómetro de la comisaría de Bamburi, en el norte de Mombasa.
Sólo uno de los ocupantes, Salim Aboud, sobrevivió al ataque haciéndose el muerto.
De acuerdo Aboud, varios hombres armados comenzaron a disparar a la furgoneta en la que viajaban hasta que se salió de la carretera.
"Hemos acabado con ellos", oyó decir, antes de que los asaltantes huyeran en un vehículo.
El líder musulmán Abubakar Sheriff, que acudió ayer a la escena del ataque, acusó a la Unidad de la Policía Antiterrorismo (ATPU) de la matanza.
"La ATPU estaba aquí, ¿por qué han salido corriendo? ¿Qué vamos a hacer ahora y por qué nos están matando? Nosotros no hemos matado a nadie pero la Policía está matando a musulmanes inocentes", afirmó Sheriff.
Ibrahim Rogo era considerado el sucesor de Aboud Rogo, radical islámico muerto tiroteado también en Mombasa en circunstancias muy similares el 27 de agosto de 2012.
Tras la muerte de Aboud Rogo, en agosto del pasado año, se desató una oleada de violencia en Mombasa que acabó con la vida de al menos tres policías y causó varios heridos.
La ONU y Estados Unidos consideraban al clérigo musulmán asesinado uno de los principales líderes de la milicia fundamentalista islámica somalí Al Shabab en Kenia.
Asimismo, fue juzgado por su presunta relación con el ataque, en 2002 en Mombasa, al Hotel Paradise (de propiedad judía), que acabó con la vida de 13 personas y dejó 80 heridos, cargos que posteriormente fueron rechazados.
El pasado mes de febrero, el clérigo fue detenido por la supuesta posesión de un kaláshnikov, 113 cargadores de munición, dos granadas, dos pistolas y 102 detonadores.
Alrededor de un 20 por ciento de la población keniana profesa la fe musulmana, concentrada mayoritariamente en la costa del país africano.
Aunque la convivencia entre las diferentes religiones en Kenia -donde la mayoría de la población es cristiana- ha sido tradicionalmente pacífica, en los últimos años se han ido incrementando los resentimientos entre cristianos y musulmanes.
En parte, esto de debe al reclutamiento en territorio keniano, por parte de Al Shabab, de nuevos combatientes, que habrían cometido diversos atentados en Kenia.
