CIUDAD DE PANAMÁ.- El director para América Latina y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el chileno Heraldo Muñoz, aseguró hoy que su país "jugará un papel constructivo" como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
La Asamblea General de la ONU eligió hoy a Chile como miembro no permanente del Consejo de Seguridad para el bienio 2014-2015 en sustitución de Guatemala, que termina su mandato el próximo 31 de diciembre.
"Chile siempre ha tratado de contribuir al consenso, al diálogo, a levantar los temas que son importantes para América Latina, aunque en el Consejo de Seguridad los temas que importan son los de paz y seguridad, los desafíos de la agenda global, como (el conflicto en) Siria", explicó Muñoz.
Heraldo Muñoz, quien también es subsecretario general de la ONU y fue embajador ante Naciones Unidas cuando Chile comenzó a recabar el apoyo de los países latinoamericanos para esta elección, subrayó el hecho de que la política exterior de su país no sufre cambios a pesar de que haya alternancia en el poder.
"Chile siempre se ha destacado por ser un defensor del Derecho Internacional, de los principios consagrados en la carta de Naciones Unidas y por tener una capacidad innovadora, tratando de representar no sólo los puntos de vista del país, sino también una cierta sensibilidad de la región", añadió.
Muñoz recordó que "la postulación de Chile se negoció en 2007, bajo la administración de la presidenta Michelle Bachelet, cuando obtuvimos el endoso de todos los países de América Latina y el Caribe".
"Me alegro y felicito al Gobierno. Creo que Chile puede jugar un papel constructivo", aseguró.
Chile, que accede por quinta vez en su historia al Consejo de Seguridad, no tuvo competencia de ningún otro país en la votación de hoy, en la que obtuvo 186 votos a favor, ninguno en contra y cinco abstenciones.
Preguntado sobre si América Latina debe contar con un asiento permanente en el Consejo de Seguridad, Muñoz recordó que en los dos años en que se desempeñó como facilitador para la reforma de este órgano, "se trató de llegar a un consenso que pudiera conjugar las dos posiciones que estaban en juego".
Esas posturas eran las del Grupo de los Cuatro (Brasil, Japón, Alemania e India), que defendía la idea de asientos permanentes, y la del Grupo de Países Unidos por el Consenso (Argentina, México, España, Corea del Sur y Pakistán, entre otros), que planteaba que la expansión sólo debía ser de miembros no permanentes, "para no crear nuevos privilegios de países con asientos permanentes".
"Nosotros buscamos superar esas posiciones, porque el planteamiento que hacia el Grupo de los Cuatro era que los nuevos miembros permanentes inicialmente careciesen de poder de veto", explicó.
"Tratamos de buscar la idea de asientos semipermanentes y algunos de los países del Grupo de los Cuatro estuvo abierto a considerar la idea, pero la solución nunca prosperó", concluyó Muñoz.
