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Columnista ultraconservadora calificó de "idiota" a médico con ébola

Ann Coulter, célebre en Estados Unidos por sus polémicas opiniones, criticó los gastos que implicó el traslado de Kent Brantly desde Liberia tras contraer la peligrosa enfermedad.

09 de Agosto de 2014 | 01:46 | Emol
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Ann Coulter.

Reuters (archivo)

WASHINGTON.- Ann Coulter, una conocida comentarista conservadora de Estados Unidos célebre sobre todo por sus ácidas columnas en las que zahiere a demócratas y liberales, calificó como "idiota" a su compatriota Kent Brantly, el médico que debió ser trasladado desde Liberia luego de contraer ébola.

El vuelo del profesional de salud hasta Atlanta, realizado el 2 de agosto pasado, se llevó a cabo a bordo de un avión medicalizado y en medio de amplias medidas de seguridad. Luego fue internado en el hospital de la Universidad Emory para recibir tratamiento bajo estricta cuarentena.

Coulter, quien tituló su columna "La condición del doctor con ébola empeoró a 'idiota'", criticó los gastos que implicó el operativo.

"Cualquier bien que el doctor Brantly haya hecho en Liberia quedó sobrepasado por los más de US$ 2 millones pagados por las organizaciones cristianas de caridad Samaritan's Purse y SIM USA" para traerlos a él y a la enfermera misionera Nancy Writebol.

La abogada conservadora cuestionó que el médico no dedicara sus esfuerzos a ayudar a personas enfermas en su propio país, en lugar de viajar a África y sumergirse en "enfermedades 'medievales' del Tercer Mundo".

"Si el doctor Brantly hubiera trabajado en el hospital Cedars-Sinai en Los Angeles y hubiera convertido a Cristo a un solo político influyente de Hollywood, le habría hecho un bien mayor a todo el mundo que cualquier otra cosa que pudiera lograr en un siglo en Liberia", lanzó.

"El ébola solo mata el cuerpo: el virus de la bancarrota espiritual y la decadencia moral esparcido por muchas películas de Hollywood infecta el mundo", añadió.

Misionar en "pozos sépticos"

Al tiempo que recordó que alrededor de 15.000 personas son asesinadas en EE.UU. cada año y más de 38.000 mueren por sobredosis -prueba de la "batalla campal por el alma" que se debe librar en ese país, según escribió-, Coulter también fustigó el Obamacare, la iniciativa de salud promovida por Barack Obama, a quien calificó como un Presidente "sediento de poder".

"Pues no: no hay nada que hacer para un cristiano aquí", ironizó.

"Por supuesto, si Brantly hubiera evangelizado en Nueva York o Los Angeles, el 'The New York Times' habría mostrado su disgusto y lo habría acusado de antisemitismo", agregó, en una apenas velada alusión a la alegada influencia de círculos judíos en Estados Unidos, un aspecto que es blanco usual de las críticas ultraconservadoras.

"Lo que explica por qué cristianos estadounidenses misionan en pozos sépticos llenos de enfermedades (refiriéndose a los países africanos afectados por el ébola) es que están cansados de pelear la 'guerra cultural' en EE.UU., cansados de ser llamados homófobos, racistas, sexistas e intolerantes. Por eso se escabullen al Tercer Mundo", aseveró.

"Aquí mismo en Texas", continuó, "cerca de donde el doctor Brantly dejó a su esposa e hijos para volar a Liberia y contagiarse de ébola, está Zavala, uno de los condados más pobres del país, donde él pudo actuar sin arriesgarse a convertir a su mujer en viuda y en huérfanos a sus hijos".

"EE.UU. es la nación más importante de la Tierra y está en desesperada necesidad de Dios en este momento. Si EE.UU. cae, vendrán mil años de oscuridad para el planeta entero", declaró.

Coulter es autora de varios libros superventas en su país en los que enjuicia con dureza a demócratas, liberales y progresistas. Entre ellos se cuentan "Sin Dios: La religión del liberalismo", publicado en 2006, y "Demagogia racial desde los '70 a Obama", de 2012.

Además de sus columnas, leídas en distintos medios, también participa regularmente en programas de televisión, especialmente en Fox News, y se ha visto envuelta en numerosas polémicas.

En una de las más recientes, generó revuelo en redes sociales al considerar que el creciente interés por el fútbol (soccer) en EE.UU., potenciado por el Mundial realizado en Brasil, es una señal "de la decadencia moral" de su país.

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