SEÚL.- Corea del Sur reiteró este martes su llamado al diálogo al Norte para hablar de "asuntos pendientes", después de que el régimen de Kim Jong-un condenara la semana pasada el lanzamiento de panfletos de activistas surcoreanos en la frontera que separa a los dos países.
"Si Corea del Norte tiene algo que decir debe sentarse en la mesa de negociación y plantear las cuestiones que desee, en lugar de emitir declaraciones unilaterales", anunció hoy el Ministerio de Unificación en un comunicado de su portavoz.
De este modo Seúl respondió a las críticas de Pyongyang, que acusó al Gobierno del país vecino de permitir y promover el lanzamiento de globos con panfletos propagandísticos contra el régimen a través de la frontera por parte de organizaciones civiles surcoreanas.
La propuesta de Corea del Sur es en la práctica la reiteración de la oferta emitida en agosto, cuando solicitó al Norte llevar a cabo una segunda ronda de conversaciones de alto nivel para organizar nuevos encuentros de familias separadas y solucionar cuestiones pendientes.
El pasado febrero ambas Coreas llevaron a cabo su primer diálogo de alto nivel en siete años y organizaron la primera reunión de familiares separados desde 2010.
Corea del Norte rechazó este mes la propuesta de Seúl de reanudar esos históricos encuentros bilaterales y le exigió que suspenda sus ejercicios militares anuales con EEUU y que levante las sanciones económicas y comerciales que impone al país desde 2010.
Las siempre complicadas relaciones entre ambas Coreas pasan estos días por un momento de enfriamiento, tras intervalos de tensión y distensión desde que comenzara el año.
Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentados desde la Guerra de Corea (1950-53), que acabó con un armisticio nunca reemplazado hasta hoy por un tratado de paz definitivo.
