ISLAMABAD.- Al menos siete supuestos insurgentes murieron esta viernes en dos bombardeos de drones estadounidenses en el área tribal de Waziristán del Norte, en el noroeste de Pakistán.
El primer ataque ocurrió a primera hora de la mañana, cuando un avión no tripulado lanzó misiles sobre una casa en la que se encontraban los insurgentes en el área de Kund del distrito de Shawal, dijo un portavoz del Gobierno de las Áreas Tribales Bajo Control Federal (FATA), Atlas Shah.
En ese ataque fallecieron cuatro supuestos talibanes.
El segundo bombardeo se produjo en el área de Mangroti, del mismo distrito, y también estuvo dirigido contra una casa en la que murieron tres supuestos insurgentes de origen uzbeco.
Estados Unidos reanudó los bombardeos con drones en Pakistán junio pasado, tras seis meses interrumpidos, coincidiendo con la ofensiva que lanzó el Ejercitó paquistaní en Waziristán del Norte.
A comienzos de mes, un líder local de Al Qaeda, Umer Faruq, murió en un bombardeo de un avión no tripulado de EE.UU. en esa área, mientras que el líder de los talibanes paquistaníes, el mulá Fazlulá, escapó ileso de un ataque de este tipo en una zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán a finales de noviembre.
Las muertes de civiles crean una gran controversia sobre este tipo de bombardeos con aviones no tripulados, condenados a menudo por el Gobierno del país islámico por considerarlos una violación de su soberanía.
Según la organización New America Foundation, los ataques con dron han causado desde 2004 entre 2.000 y 3.500 muertos en Pakistán, un 10 % de ellos civiles.
Los aviones no tripulados estadounidenses efectuaron el año pasado una treintena de bombardeos en Pakistán en los que perdieron la vida cerca de 150 personas.
