Gaye Jaco, habitante de la zona afectada por los incendios en Texas, abraza a su hija Jennifer frente a su casa arrasada por el fuego.
AFPBASTROP.- El número de muertos causados por decenas de incendios forestales registrados en los últimos días en el estado de Texas, al sur de Estados Unidos, se elevó a cuatro al descubrirse dos nuevos cuerpos carbonizados entre los escombros.
El peor incendio seguía sin control después de devorar 30.000 hectáreas y cerca de 600 casas en el condado de Bastrop, lo que provocó evacuaciones masivas, mientras los servicios meteorológicos sugerían que la situación podía empeorar.
"Esto es lo que nosotros no queríamos ver", dijo el juez local de Bastrop, Ronnie McDonald, al anunciar el descubrimiento de los dos cuerpos, que aún no han sido identirticados y se suman a otras dos víctimas fatales.
"Aliento a la comunidad a que siga rezando, no hay mucho más por hacer", dijo McDonald.
El gobernador de Texas, Rick Perry, se mostró hondamente impresionado tras realizar un sobrevuelo del área siniestrada. "Este es uno de los mayores incendios que he visto nunca", dijo, tras el reconocimiento realizado sobre el sector de Steiner Ranch.
Perry, quien es precandidato presidencial republicano, canceló varios eventos de campaña para poder evaluar los daños y reunirse con los evacuados.
"Estamos bajo sitio" por el fuego
Las dos primeras víctimas fueron reportadas en la noche del domingo en la zona oriental del estado de Texas, en las cercanías de Gladewater, unos 240 km al este de Fort Worth, luego de que una joven de 20 años y su pequeño hijo no pudieron abandonar a tiempo su casa rodante presa de las llamas.
"Estamos bajo sitio", señaló April Saginor, un portavoz de los servcios forestales de Texas. "La dimensión de las pérdidas es impresionante".
El fuego fue avivado por los vientos de la depresión tropical "Lee", que azotó el sur de Estados Unidos el fin de semana, y se volvió incontrolable al extenderse por un campo de hierba seca producto de un verano intensamente seco.
Más de 250 bomberos combatieron las llamas en Bastrop, con aviones y helicópteros lanzando agua desde las alturas, pero en todo el Estado los equipos luchaban por volver a abastecerse en ríos y lagos reducidos por la larga sequía y el intenso calor.
"Hay prácticamente una flota de aviones en el aire", dijo Jan Amen, una portavoz del Servicio Forestal en Bastrop. "El problema es que tenemos que compartir con otros incendios porque hay demasiados en la zona".
