SANTIAGO.- "Este libro no pretende ser una monografía de tal autor o artista ni hacer un ranking con los mejores en su área", aclara el escritor Fernando Sáez ("La vida intranquila", biografía sobre Violeta Parra, y "La novela de Amanda Romo"), quien dedicó 18 meses, junto a un equipo de editorial Sudamericana, para recopilar cientos de antecedentes y tabularlos a modo de agenda.
"Había mucho material disperso y lo que quise fue documentarlo como una agenda, que es un buen sistema de búsqueda. Es mejor ir a tal fecha, qué ocurrió ahí, le das un contexto por los movimientos y grupos que surgen, que hacer una búsqueda por nombres, separada. Es un libro didáctico, con datos precisos, anécdotas", sostiene el autor, quien junto a Volodia Teitelboim hablarán de esta publicación el miércoles 18, a las 12.30, en la Biblioteca Nacional.
Además de los casilleros por cada día del año, en que se señalan onomásticos, premios, defunciones y otros hechos, al final de cada texto hay un índice de búsqueda alfabético. "De todos modos es un trabajo a completar, esto es una aproximación, hay olvidos voluntarios e involuntarios", reconoce.
¿Qué lo motivó a realizar esta gestión de compilado cultural?
"Hay un tema de mala memoria en Chile, como que no hay un espesor de lo que se realiza en el país, las cosas vuelan, no existen, y si miras hacia atrás te das cuenta de que hay material suficiente para decir que hay cultura".
También hay detalles que, a la mirada somera, pasan desapercibidos. Como el hito teatral de la compañía de la Universidad de Chile. "Hay un antes y un después de un hecho específico: cuando Luis Córdova presta el Teatro Imperio para montar una obra, un 22 de junio de 1941, a las diez de la mañana, mientras daban la obra
Cuídame esta loca. Ahí el teatro ya se profesionalizó, porque antes los actores hacían dos o tres obras distintas en el día".
Y añade Sáez: "Antes, eso sí, había más variedad de teatro de calidad. Podías ver una comedia, livana, o algo clásico; luego autores que experimentan, como Ramón Griffero o Alfredo Castro, realizan otras búsquedas para modificar la escena teatral".
En su área, la literatura, ¿qué evoluciones claves apreció en el siglo 20?
"Hay momentos y grupos, como el de Augusto D'Halmar, Fernando Santibán; después la generación del 50, con Edwards. Lo que más me llamó la atención fue la cantidad de gente que se quedó en el camino, publicó una obra y después nunca más. La crítica censuró a principios de siglo todo lo que no fuera criollista, cortó las alas de una literatura más profunda; la generación del 50 marca un rompimiento".
Con las artes plásticas, el tercer volumen de las "Guías culturales de Chile" ocurrió -según Fernando Sáez- que el quiebre "coincide con un país más laico, son los años 40, hay un país con apertura al mundo, menos encerrado al criollismo y al paisaje".
Lo próximo en esta iniciativa de editorial Sudamericana es editar otros tres títulos, que aborden las fechas y nombres claves entre 1900 y 2000 (o sea, 101 años) en materia de deportes, medios de comunicación (cine, radio y televisión) y música, dividida en clásica y popular.
