LOS ANGELES.- Con la muerte de la estrella del cine porno Linda Lovelace, protagonista de "Garganta profunda", se marcha una leyenda que fue el centro de la revolución sexual estadounidense y del desencanto político de la época "Watergate".
Linda Boreman, más conocida por su nombre artístico de Linda Lovelace, falleció el lunes a los 53 años, al ser desconectada de las máquinas que la mantenían con vida tras el grave accidente de automóvil que sufrió en abril pasado.
La actriz alcanzó la fama gracias a la película "Garganta profunda", filme pornográfico considerado "hard-core" que pasó a formar parte de la cultura popular estadounidense durante los años de la revolución sexual de la década de los setenta.
Esta fue la primera cinta que superó el estigma del género, ya que fue mostrada a un público más amplio y ocupó la portada de la revista "Time", que la consideró la película más popular de la historia del cine porno.
Quizá gracias a esta popularidad, su título pasó a formar parte de otro fenómeno de los setenta, el escándalo político "Watergate", que acabó con la presidencia de Richard Nixon.
En los artículos de los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein donde se destapó este escándalo que sacudió a la Casa Blanca, el seudónimo utilizado para nombrar al principal informante fue, precisamente, "Garganta Profunda".
Toda esta popularidad rodeó a la actriz que en aquel entonces tenía 21 años, que apenas contaba con alguna otra película de porno aficionado en su carrera y que había cobrado 1.250 dólares por el papel.
Aunque Lovelace intentó aprovechar la ocasión para cambiar de carrera y convertirse en actriz de otro género que la alejara del "hard-core", sus intentos siempre fueron fallidos.
Sólo su autobiografía "Ordeal" le devolvió la fama al declarar los secretos que le permitieron realizar ese tipo de felaciones.
Además, describió con crudeza su experiencia dentro de la industria del cine pornográfico, donde dijo haber sido forzada a interpretar los actos sexuales, en ocasiones a punta de pistola, por su ex marido Chuck Traynor.
Estas acusaciones nunca fueron probadas y Traynor siguió siendo una importante figura en la industria, casado con otra estrella de este género, Marilyn Cambers, a quien también le dirigió la carrera.
Desde la publicación de su biografía, Lovelace fue una de las principales exponentes contra la industria del cine porno, ayudando a los grupos feministas en su lucha contra la pornografía y realizando trabajos administrativos en contra de este género cinematográfico.
Lovelace sufrió numerosos problemas de salud, supuestamente por culpa de sus trabajos dentro de la industria pornográfica, como los efectos causados por las inyecciones de silicona recibidas en sus senos, que le provocaron tumores.
La actriz, que residía en Denver (Colorado), tenía dos hijos y estaba divorciada de su segundo marido, Larry Marchiano.
