PARIS.- Oscar de la Renta se despidió de París el martes con una exhibición de alta costura para la venerable casa de modas Balmain, la cual fue un ejercicio de elegancia con sabor ruso, ante una audiencia conocedora y llena de estrellas, con personalidades como Ivana Trump.
La colección otoño-invierno de De la Renta abundaba en adornos de marta cibelina y tocas, brocados dorados y rojos, y fabulosa ropa para fiestas que podría ser usada con exuberancia y estilo en Nueva York o San Petersburgo.
La exhibición marcó el final de la sociedad de De la Renta con Balmain, aunque el diseñador dominicano-estadounidense continuará con su línea de ropa lista para usarse y su perfume de firma, en Nueva York, donde vive y donde están las oficinas principales de la empresa que lleva su nombre, afirmó Balmain.
No se informó por qué De la Renta y Balmain, con sede en París, no renovaron el contrato de 10 años que tenían.
Pero De la Renta, quien está cerca de cumplir los 70 años de edad, sigue acumulando ganancias producto de sus negocios en Nueva York. Ahora más bien busque disfrutar de la vida en dicha ciudad, o en la República Dominicana, donde nació y tiene una casa.
Otras que también aplaudieron el espectáculo en el Museo de Artes Decorativas incluían a la autora Danielle Steel; Deeda Blair, una fiel seguidora de la alta costura; y Lee Radziwill, hermana de la difunta Jacqueline Kennedy Onassis.
Lo que vieron fue verdaderamente alta costura de calidad: trajes, sacos y batas de noche que las mujeres guapas quieren ponerse, cuando pueden pagarlas.
De la Renta fue contratado por Balmain en 1993 para realizar su alta costura y ropa de lujo lista para usarse, convirtiéndose en el primer norteamericano en diseñar para una casa de alta costura francesa para la clase alta.
De la Renta cobró fama al lanzar modas étnicas en la década de 1970 con sus aclamadas creaciones rusas y gitanas. También se ganó el corazón de las damas de alta sociedad por sus elegantes vestidos de coctail, que transmitían lujo sin ostentar.
