VIENA.- Un grupo de científicos austríacos exhumarán a familiares del genial compositor Wolfgang Amadeus Mozart para realizar análisis de ADN y verificar la autenticidad del cráneo conservado por la Fundación Mozarteum de Salzburgo, informó hoy la televisión pública austríaca ORF.
Los resultados de estas investigaciones se harán públicos en el año 2006, coincidiendo con el 250 aniversario del nacimiento de Mozart, que se prepara en Austria como un gran tributo a su músico más conocido.
El equipo de científicos abrirá el panteón familiar de los Mozart en Salzburgo, donde descansa el padre del compositor, Leopold, y su esposa, Konstanze, para obtener muestras genéticas.
Las autoridades culturales y políticas locales ya han dado su aprobación para esta investigación, según confirmó el alcalde de Salzburgo, Heinz Schaden.
En las exhumaciones participará el arqueólogo de la ciudad natal de Mozart, Wilfried Kovacsovic, y los análisis genéticos los realizará el experto vienés en medicina forense Christian Richter.
Hasta ahora han existido grandes dudas sobre si el cráneo conservado es el auténtico dadas las azarosas circunstancias que rodearon la muerte y el entierro, en la más absoluta pobreza, de quien hoy es considerado uno de los mayores genios de la historia.
El autor de "La Flauta Mágica" murió a los 35 años la madrugada del 5 de diciembre de 1791 y su cadáver se enterró en una fosa común del pequeño cementerio de Sankt Marx, a las afueras de Viena.
Las deudas y los acreedores hicieron que por toda herencia dejara sólo sesenta florines, una cantidad que no dio a la familia para pagar un sepulcro individual, ni un ataúd, ni un responso.
Los biógrafos de genio señalan que a causa de una lluvia torrencial durante el entierro, sus amigos no siguieron la comitiva fúnebre hasta el cementerio.
Tampoco hubo ninguna señal, ni cruz alguna que indicase el lugar exacto donde se encontraban los restos mortales de Mozart, y sólo el hijo del guardián del cementerio guardó en la memoria el sitio donde descansaba el compositor, lo que sirvió para rescatar su cráneo, conservado en el Mozarteum.
Más tarde se colocó una lápida en el lugar donde se supone que se enterró a Mozart, la que fue trasladada al Cementerio Central de Viena, donde ahora forma parte de un monumento en su honor.
Aunque su muerte sigue siendo un misterio, los biógrafos se inclinan por la tesis de que el compositor falleció a consecuencia de numerosas complicaciones que le provocaron un fallo renal, provocado por la desaforada vida que llevó.
