El feliz ganador.
HOLLYWOOD.- Morgan Freeman interpretó los papeles más variados durante su carrera cinematográfica de cuatro décadas: chofer de una anciana, Presidente estadounidense e incluso Dios, pero debió esperar hasta este domingo para obtener finalmente su primer Oscar.
Freeman ganó la estatuilla dorada a mejor actor secundario por su papel en "Million Dollar Baby" en la que interpreta a Scrap, un ex boxeador, encargado del gimnasio de Los Angeles del entrenador Frankie Dunn (Clint Eastwood).
Ambos cargan con sus propias frustraciones que nutren su relación simbiótica.
Frankie, de origen irlandés, escribe una vez a la semana a una hija que nunca responde. Eddie perdió un ojo en una pelea y habita en un austero dormitorio del gimnasio desde donde narra la historia.
Los dos viven sus vidas con resignado fatalismo hasta que aparece Maggie Fitzgerald (Hilary Swank) una mujer determinada a convertirse en boxeadora.
A diferencia de las otras películas contendientes este año, el papel de Freeman es bastante más que "secundario" en la obra dirigida por Clint Eastwood.
"Million Dollar Baby se construye por el trío: Eastwood, Swank y Freeman. Los tres son pilares fundamentales en la película", opinó a la AFP Tom O’Neil, considerado el gurú de los premios de Hollywood.
Sabido es que la Academia de Hollywood utiliza el premio mejor actor secundario también para reconocer la trayectoria de un actor.
Era obvio que este premio iba para Morgan Freeman, añadió O’Neil.
El actor nació hace 67 años en Tennessee (sur) y comenzó a actuar en obras de teatro en 1967 hasta saltar a la pantalla grande donde trazó una carrera interpretando papeles de personajes sensatos, honestos y determinados.
Desde el papel de Presidente estadounidense en "Deep Impact" (1997) y a Dios en "Bruce Almighty" (2003) hasta el Presidente sudafricano Nelson Mandela y el activista negro Malcolm X, Freeman ha consolidado una prolífica carrera cinematográfica.
El actor fue por primera vez nominado al Oscar en 1987 por su papel de gigoló en "Street Smart".
Su segunda nominación -de las cuatro que recibió en su carrera- se la dio su magistral interpretación del chofer de una anciana en "Driving Miss Daisy" (Conduciendo a la señora Daisy) (1989).
En el drama "Gloria" de 1989 interpretó a un soldado negro que combatió durante la Guerra de Secesión en Estados Unidos.
Trabajó también junto a Kevin Costner en "Robin Hood: Prince of Thieves" (1991) y con Brad Pitt en "Seven" (1995).
Freeman, padre de cuatro hijos ganó su tercera nominación a los Oscar, por su papel en "The Shawshank Redemption" (1994), basada en una novela de Stephen King.
"Million Dollar Baby" lo puso por segunda vez al lado y bajo las órdenes de Clint Eastwood luego de que en 1992 protagonizara "Unforgiven".
