Los sobrevivientes de un accidente aéreo se mezclan con muertos y monstruos en una isla perdida en el mapa. |
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48 son los sobrevivientes del accidente aéreo. Claro que en un momento aparece un nuevo sobreviviente que nadie tenía en sus registros.
18 millones de telespectadores (y más) son los que han seguido con fervor la serie desde que ésta se estrenó la primera temporada en Estados Unidos.
400 (y más) son los websites que han creado los fanáticos de la serie en Estados Unidos. Algunos de ellos: Sitio oficial, Comunidad de Fans Online, Trivia.
14 millones de dólares fue el costo del programa piloto de la serie, el más caro de la historia de la cadena ABC (responsable de la producción).
2 semanas en la vida de los sobrevivientes incluye la primera temporada de “Lost” que empieza a transmitirse a partir de hoy.
18 son los capítulos que forman parte de la primera temporada.
2 los canales que transmitirán la serie a través del cable a partir de hoy. Sony exhibirá hoy sólo el primer capítulo. Axn exhibirá hoy el primer capítulo simultáneamente con Sony y luego transmitirá la serie completa todos los lunes a partir del 14 de marzo a las 20:00 hrs.
21 es la hora de inicio del primer capítulo que será transmitido hoy por esto dos canales.
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SANTIAGO.- Hay un ojo. Más bien un párpado. Que se abre abruptamente, al tiempo que se va abriendo el cuadro. Así nos damos cuenta de que este ojo pertenece a un hombre, y que este hombre tiene algunos cortes en la cara.
A medida que el cuadro sigue abriéndose, se puede apreciar que este hombre viste chaqueta y corbata, y que está tirado de espaldas, en lo que parece un tupido bosque de bambúes.
La expresión de su rostro, y su respiración agitada, transmiten total perplejidad. Claramente el tipo no sabe dónde se encuentra, o por qué está ahí (donde sea que esté).
La sorpresiva aparición de un perro Labrador en medio de la vegetación, hace aún más extraña la escena.
El perro mira durante unos segundos al hombre y luego se echa a correr y se pierde entre los altos matojos de una vegetación tropical.
El hombre está asustado y por lo que se ve, también adolorido. Con algunas dificultades se pone de pie y comienza a caminar entre el follaje tropical. Pero parece no saber hacia dónde.
No demora en llegar a una hermosa playa: Arena blanca, mar turquesa, colinas de un verde intenso. Pero al mismo tiempo se empiezan a escuchar gemidos, quejidos. El hombre mira a su alrededor y junto con él descubrimos que hay heridos por todas partes y una parte destrozada del fuselaje de un avión de pasajeros. Hay decenas de muertos entre los fierros aún calientes (algunos en llamas). Incluso una turbina semienterrada en la arena, sigue funcionando a toda su capacidad.
De inmediato, sin pensarlo dos segundos, el hombre, que resulta ser un doctor, se pone a correr en múltiples direcciones, haciendo todo lo que está en sus manos ensangrentadas por socorrer a los heridos que están desparramados por la playa.
Así comienza el primer capítulo de “Lost”, el nuevo fenómeno televisivo proveniente de Estados Unidos, y que debuta hoy en América Latina simultáneamente por los canales Sony y AXN.
No basta con la vida real
El argumento de esta nueva serie prolonga hasta lo impensable esa extraña paradoja que alimenta a la industria del entretenimiento de todos los tiempos: Como si no bastaran las catástrofes naturales y los accidentes aéreos de la vida real, como si no bastaran los desastres de verdad, las tragedias de seres humanos de carne y hueso, la nueva sensación televisiva norteamericana está basada precisamente en un accidente aéreo, en algún lugar del Pacífico (o podría ser el Índico), o más bien en las aventuras (o en las desgracias) de los sobrevivientes del desastre que tendrán que arreglárselas de cualquier forma en esa isla que parece desierta. Pero que sólo lo parece.
Obviamente están perdidos, obviamente nadie sabe dónde están, obviamente entre los sobrevivientes se encuentran perfectamente representados todos los estereotipos necesarios para que la serie funcione.
Y es que para ser honesto, (y al menos tras ver el primer capítulo) hay que decir que las obviedades abundan en esta producción televisiva que en su primera temporada atrapó la atención de más de 18 millones de televidentes.
Porque claro, detrás de ella está J.J. Abrams, un director avezado (responsable de la serie “Alias”, de la insulsa “Felicity”, de la cuarta parte de la película “Misión Imposible”) y un equipo de guionistas astutos, que han puesto de manera extrema y radical a un grupo de desconocidos, que si hubieran llegado sin inconvenientes al destino que tenían planeado, probablemente la mayoría de ellos no habría cruzado palabras entre sí.
Ahora, empujados por la catástrofe, están obligados a relacionarse a costa de sus diferentes personalidades, intereses y también de sus secretos.
Algunos personajes
Entre los personajes que aparecen en el primer capítulo está Jack (encarnado por Matthew Fox, quien también participó en “Party of Five”), este doctor que de inmediato se convierte en una especie de líder del grupo de sobrevivientes; está Kate (Evangeline Lilly, la nueva chica sexy de la tv estadounidense), que es la primera candidata a mantener un romance con Jack; está Charlie (Dominic Managhan, quien encarna a Merry en “El Señor de los Anillos), un yonkie que toca el bajo en un no muy conocido grupo de rock; está la pareja de coreanos ultraconservadores; un afroamericano y su pequeño hijo; está por supuesto el latino (encarnado por el actor de padre chileno Jorge García, prácticamente un desconocido en estas lides); está la rubia tonta y egoísta, que tras el accidente se pone a tomar sol en bikini, como si nada hubiera ocurrido, confiada en que pronto llegará un equipo de seguridad a rescatarlos; y también la rubia buena, que está embarazada y a punto de parir, lo que demuestra que la ficticia línea aérea accidentada (“Oceanic”) es muy poco rigurosa en el cumplimiento de las reglas del código de aviación, o bien que los guionistas no se apegaron demasiado a la realidad (porque no está permitido subir a un avión a una mujer con más de siete meses de embarazo).
Como si esto fuera poco, en la isla hay un monstruo. Sí, un monstruo que jamás se deja ver, pero que emite sonidos guturales desde el fondo de la selva, que hace temblar la tierra cuando camina y que desde el primer capítulo empieza a devorar a los incautos sobrevivientes que de a poco se van restando.
A eso se suman una serie de otros detalles, misterios y enigmas que los telespectadores irán descubriendo al mismo tiempo que los propios personajes de la serie y que han convertido a “Lost” en una de esas raras aves que aparecen muy de vez en cuando en la sobresaturada parrilla de las series de ficción. Sólo a modo de ejemplo: En la isla el sol no sale todos los días por el mismo sitio, las brújulas no funcionan como debieran, hay osos polares (que por lo general no viven en el trópico, sino bastante más al norte), los receptores a ratos registran ondas radiales de otras décadas, hay un sobreviviente que no iba en el avión (¿y de dónde salió entonces?). Y así.
Son las trampas, las sorpresas, el humor negro y los quiebres argumentales (muchos de ellos bastante efectistas, todo hay que decirlo), los que le han dado a la serie el carácter de fenómeno mediático en Estados Unidos y que llega con ese impulso hoy a Latinoamérica, donde por lo general las modas que vienen del norte, se siguen al pie de la letra.
El impacto que ha provocado la serie en Estados Unidos, ha llevado a algunos entusiastas a compararla con “Los Archivos Secretos X” o incluso (aquellos aún más entusiastas), con “Twin Peaks”, esa pesadillesca saga televisiva con la que el maestro David Lynch hipnotizó a la mitad del planeta televisivo a principios de los noventa.
Como sea, y más allá de las comparaciones, la serie debuta hoy en Chile y está por verse el efecto que provoque en esta parte del cono sur, las desventuras de este puñado de sobrevivientes perdidos en alguna parte del globo.
