BRASILIA.- La más famosa presentadora infantil brasileña Maria Graça Meneghel, "Xuxa", que hace cinco años se colocó silicona en sus pechos, se hizo una lipoaspiración y amplió los glúteos, dijo que se arrepiente de las cirugías plásticas que se realizó, porque su figura no combina ahora con su trabajo con niños.
"Me puse silicona, pero no me gustó. Pedí una cantidad y me pusieron otra. Dijeron que mi silueta quedaría más equilibrada, pero acabó muy exagerada", explicó Xuxa, de 42 años, en una rara entrevista personal divulgada este domingo por la revista Época.
"Ahora vivo usando camisetas anchas, chaquetas. También me hice una lipoaspiración. Me saqué grasa de la barriga y me puse (silicona) del lado de los glúteos, donde no tenía nada, era recta". La llamada "reina de los bajitos" agregó que cuando se operó mostró orgullosa su nueva figura en las principales pasarelas de la moda.
Lo peor, sostuvo, es que "yo, que siempre fui una tabla rasa, ahora parezco una guitarra. Tengo vergüenza".
"No es falsa moralidad, pero no quisiera que a mi hija le gustase una presentadora que va mostrando su pecho", añadió.
Xuxa habló aún más de su cuerpo: recordó que ya no hace gimnasia como antes, y que lo que le preocupa más de la vejez es hacerse "lenta, sin energía, no seguir el raciocinio de los niños".
"Eso me asusta. El otro día en la escuela de Sasha (su hija) pasé delante de un niño que dijo: 'Xuxa está gorda'. Y yo le dije: 'Gorda y vieja'", agregó.
La presentadora evitó comentar si tiene novio. Reveló que está muy orgullosa de presentar programas infantiles que ahora decide ella misma, desde que se separó de su empresaria, y lamenta que siga siendo víctima de prejuicios porque se inició en el espectáculo posando desnuda en revistas.
"Para mucha gente continúo siendo aquella del inicio", criticó.
