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Robbie Williams: pop y circo para las masas

En una hora y 45 minutos de espectáculo visual y musical, el cantante inglés explotó éxitos como "Rock DJ", "Tripping", "Millenium", "Feel" y "Angel" y sedujo a gran escala a más de cincuenta mil personas en el Estadio Nacional.

10 de Octubre de 2006 | 22:43 | David Ponce, El Mercurio Online
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José Alvújar, El Mercurio

SANTIAGO.- Una sobredosis de estímulos desde el comienzo es la mejor ofensiva en el espectáculo de Robbie Williams. Así partió el concierto con que el cantante pop inglés debutó anoche en vivo en Chile: con las cinco notas galácticas de la película "Encuentros cercanos del tercer tipo", con tres pantallas de video gigantes, con una de ellas de alta definición al medio, con cascadas de luces, explosiones, llamaradas, y con música en vivo, ante unas cincuenta mil personas que llegaron al Estadio Nacional a ver el show.


De modo que cuando se empezó a oir que alguien cantaba los versos de la canción "Radio", la mayoría tardó unos segundos en darse cuenta de que ese pequeño hombre gesticulando en la delantera del escenario, con chaqueta negra y un vistoso pañuelo verde, era Williams. Pero ya en la segunda canción el hombre y su audiencia estaban hablando el mismo idioma. Inglés. Cuando él preguntó Can I kick it?, la gente respondió a coro Yes you can, porque era "Rock DJ", el mega éxito radial con que el astro instaló su definitivo poderío desde entonces y hasta el fin de la jornada.


Lo están pasando bueno


Pronto en el concierto de Robbie Williams queda claro cuál es su sello: hablar. El cantante no paró de conversar en toda la noche, ocupado en entonar canciones a capella, propias y prestadas, en fanfarronear, en saludar con un formal "good evening, ladies and gentlemen" o bien con un más franco "nice tits", en mencionar a la modelo argentina Amalia Granata justo en la canción que incluye el verso "Ahorra bien tu dinero en carne / Me complace que pasar una noche conmigo / te asegurara fama" ("Monsoon") y en decir muchas palabrotas en inglés. O más bien la misma muchas veces: "fuck". Y ejercitó además su español. La palabra de la noche en el diccionario inglés-español elemental Williams fue "bueno", y él la usó para cantar calipso, para combinarla con "this is fuckin bueno" y para preguntar a la gente "Are you having a bueno time?"


Y la gente lo estaba pasando bueno. El artista se prodigaba en el escenario, con la respiración agitada ya antes de empezar la tercera canción, producto de su agotadora gimnasia escénica. Sólo "Tripping" incluyó un meneo de trasero con un dedo parado en gesto obsceno, un revolcón en el piso y algo de exhibicionismo para mostrar uno de sus tatuajes pélvicos. Y de verdad el cantante pareció improvisar ese sobreactuado e inesperado carrerón hacia un extremo del escenario, a la siga de unos guardias que llevaban a una fan desmayada. Hasta hizo el ademán de lanzarle su pañuelo de regalo, pero fue sólo un truco, porque el pañuelo quedó en su mano. Un recurso equivalente a la clásica cachetada de tony, en otras palabras.


De Sinatra a la estrella adolescente


Si Robbie Williams es un payaso aplicado, su banda se toma el trabajo con igual seriedad. Es un grupo de seis músicos, tres de ellos guitarristas  y una pianista, y otros seis coristas forman un batallón vocal a sus espaldas. Pero el concierto está armado en torno a su personalidad. Incluso cuando aparece su amigo el cantante Jonathan Wilkes, para hacer un intermedio swing y un dueto en "Strong", luce como un modo de que el anfitrión se sienta como un Sinatra con su propio Dean Martin. O como un Dean Martin con su propio Jerry Lewis. Porque Williams rebasa desde hace tiempo el negocio del rock. Apuesta a una carrera larga, que ya empezó temprano, en el precoz quinteto adolescente Take That, y que él quiere hacer durar más que lo que dura un rockstar, hasta llegar a ser un entretenedor sin edad.


Y junto con la juerga, nada como un poco de sentimiento para equilibrar ese repertorio de emociones. Las cosas se volvieron más emotivas a la altura de la décima canción, cuando Robbie Williams lanzó una pregunta clave. "In Chile… were Take That big?", preguntó ("¿Fueron grandes los Take That en Chile?"). Un mezclado con yeah fue la respuesta unánime, que dejó una certeza demográfica de por medio: las fans del Robbie Williams solista ya escuchaban radio a comienzos de los 90 cuando Take That estuvo de moda, de manera que cuando el cantante entonó el éxito "Back for good", fue otro coro de multitudes el que lo acompañó.


Eso combinó perfecto con "Feel", la canción más intensa del astro, y con los pucheros de emoción finales de Robbie, oportunamente proyectados en primerísimo primer plano a tres pantallas, una de ellas de alta definición. El bis llegó con una apoteosis en la que Williams se gastó todas las llamaradas, explosiones, cascadas y luces encandilantes que le quedaban en una terna final sin respiro, entre "Let me entertain you", la hiphopera "Rudebox" a modo de adelanto del disco de igual nombre que va a lanzar este mes y, ahora sí, el auténtico cierre con la otra gran canción de su repertorio, "Angels". Recién en dos baladas como "Feel" y "Angels" las canciones llegan a la altura de la faramalla visual del espectáculo, que es lo que queda patente en la retina. Después de diecisiete canciones en una hora y 45 minutos de pop y circo, Robbie Williams está listo para desmontar la carpa y llevar el espectáculo a la capital más cercana, que es Buenos Aires. Ni tiempo hubo para soñar con un bis fuera de programa.

El repertorio: lo que cantó y lo que habló

Desde un recuerdo de su grupo Take That hasta un adelanto exclusivo del disco Rudebox que lanza este mes hay en la gira "Close encounters", de Robbie Williams, con canciones de todos sus discos.

La lista incluye dos de Life thru a lens (1997), dos de I've been expecting you (1998) -aunque dejó afuera el éxito "She’s the one"-, una de Sing when you're winning (2000), una de Swing when you’re winning (2001), tres de Escapology (2003), una de su compilado Greatest hits (2004), cuatro de Intensive care (2005) y un adelanto de Rudebox (2006), además de un recuerdo del disco Nobody else (1995), de Take That. Éste es el cancionero de Robbie.

Radio (2004).
Rock DJ (2000).
Tripping (2005), con cita a "Three little birds", de Bob Marley. 
Monsoon (2003).
Sin sin sin (2005).
Millennium (1998).
Make me pure (2005).
Me and my shadow (2001), con Jonathan Wilkes.
Strong (1998), a dúo con Wilkes y con un cover jugoso de "Stayin’ alive", de los Bee Gees.
Back for good (1995), de Take That.
Advertising space (2005), con cita a "All shook up", de Elvis Presley.
Come undone (2003), con cita a "Walk on the wildside", de Lou Reed.
Feel (2003)
Let me entertain you (1997).
Rudebox (2006)
Angels (1997)

Frases escogidas:

"Mi amore", en uno de sus varios intentos por hablar en español.

"Nice tits", en uno de sus varios saludos a la platea, en inglés.

"Amalia Granata", en medio de la canción "Monsoon", dedicada a las mujeres que se acuestan con rockstars.

"That’s good shit, man. Quiero un poco para mí", cuando percibió el aroma a marihuana que subía desde la platea.

"El público de anoche fue una mierda (pausa). ¿Qué? Anoche no tuvimos show", justo después de tocar "Make me pure".

"Hitch-hiked her way across Chiléi", en vez del verso original de Lou Reed que termina en "U.S.A."

"Mi nombre es Robbie Williams. Robbie. Pero en algunos países me llaman Robin Williams… (pausa). ¡Por qué fuck hacen eso! Con ustedes, el gran artista pop Robin Williams. ¡Es Robbie! ¡Robbie! ¡Robin Williams tiene como ochenta años!", al hablar de sus experiencias en Latinoamérica. "Pero Chile sabe mi nombre".

"Soy muy viejo para esa mierda", después de parodiar un par de éxitos de Take That y de terminar simulando una ciática.

"¿Chile? ¿China? ¿Chile? ¿China?... oh, fuck China, man", cuando explicó cómo tuvo que "elegir" en qué país cancelar algunos de los recientes conciertos de esta gira. Aplauso cerrado.

"¿En serio? Les voy a decir que ustedes les envían todo su amor", luego de la rechifla generalizada entre el público cuando mencionó que sus próximos shows serán en Argentina, país donde actuará el 14 y el 15 de octubre en el estadio de River Plate.

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