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"Queremos vivir cien años"

22 de Enero de 2007 | 00:00 |
Lee aquí un comentario del nuevo disco del grupo

Los rockeros chilenos que más tocan en vivo quieren superar su propia marca en 2007, y ya empezaron el trabajo. Acaban de ser nominados a un premio Altazor con un segundo disco recién lanzado y producido con el bajista de Los Jaivas, Mario Mutis. "Antes estábamos jugando una pichanga. Ahora hemos aprendido a tocar", dicen.

Javiera Álvarez


Los Difuntos Correa empezaron un 2007 muy agitado y ambicioso. Además de recibir una nominación al premio Altazor en la categoría de mejor grupo de rock, la banda chilena más activa en directo pretende marcar un nuevo récord de actuaciones y llegar a los lugares más recónditos del país. No les importa si son escenarios profesionales o de cholguán, lo que quieren es que sean más de las del año pasado.

El grupo, que lleva tres años ensayando en la misma sala forrada con cajas de huevo, pretende vivir cien años al igual que el hijo de la milagrosa Difunta Correa. La leyenda cuenta que Deolinda Correa, una mujer que vivía San Juan, Argentina, murió de sed en una travesía que hizo por el desierto para presentar a su hijo recién nacido a su marido. El milagro es que su el retoño fue encontrado vivo mientras se amamantaba de ella. Y no sólo eso: él vivió cien años.

Los Difuntos Correa ya llevan tres como grupo. Son Andrés Olivos (voz y guitarra), Sergio Checho Gómez (guitarra y coros), Miguel Rodríguez (bajo), Carlos Charly Gómez (batería) y la

Arriba, César Fuentes (trombón), Andrés Olivos (voz y guitarra), Miguel Rodríguez (bajo), Charly Gómez (batería). Abajo, Checho Gómez (guitarra), Erasmo Menares (trompeta) y Joaquín Valdivieso (saxo). Toda la parentela Correa (foto: EMI).
sección de bronces de Erasmo Menares (trompeta), César Fuentes (trombón) y Joaquín Valdivieso (saxo). Partieron como la banda sonora de un comic en Internet y ya han publicado dos discos, Tramposo amor (2003) y el reciente Resucitando la fe en un beso fatal (2006), difundido por la canción "Mujer azul".

El álbum fue producido por el experimentado Mario Mutis, el bajista de Los Jaivas. Y sólo en los primeros días de este año el grupo ya ha actuado en dos escenarios principales: la Cumbre del Rock Chileno del pasado 6 de enero en el Estadio Nacional, y el Festival del Huaso de Olmué, transmitido por Chilevisión, donde compartieron escenario con El Miguel Sexualdemocracia el 20 de enero.

–¿Cómo recibieron la noticia del Altazor?
Andrés: "Con mucha felicidad y orgullo. Estar al lado de Claudio Narea y Weichafe (los otros nominados) para nosotros es bacán porque son artistas que llevan muchos años. Es una validación a nivel oficial, porque ya nos sentimos validados por el público, que es lo más importante. Pero estas cosas sirven porque te dicen: ‘sí, está bien, mijito, siga en ese camino’. Además confirma que el disco está bueno. Ojalá que lo ganemos, aunque una nominación ya es un premio".

–¿Cómo se enteraron?
"Un día antes nos llegó una carta que decía que estábamos nominados. Pensamos que era una cámara indiscreta. Fue muy bueno".


Hijos de la Difunta


La metamorfosis: los Difuntos Correa en el momento en que adquirieron forma humana con su primer disco, Tramposo amor (2003) (foto: EMI).
–¿Qué tuvo que ver Charly García en la unión del grupo?
Andrés: "Tuvimos la idea de tener una banda juntos cuando fuimos a ver a Charly García al Festival de Viña hace tres años. Nacimos ese día en una micro, cuando a Checho Gómez se le ocurrió hacer un grupo. Al principio queríamos tocar al estilo David Bowie con maquillaje y todo, pero no duró ni quince minutos. Entonces fuimos a comprar la batería más barata del mercado al Persa. Le pusimos un grabado de la Difunta Correa que hizo Charly (el baterista) y empezó todo".

–¿De ahí viene el nombre?
Charly: "Claro. Fuimos a una tocata y no teníamos nombre todavía. Habíamos pensado varias posibilidades absurdas como Los Rebolution o Zonomatic. Entonces un amigo vio el parche de la batería y nos dio la idea de ponerle Difuntos Correa".

–¿Entonces no tiene nada que ver con la leyenda argentina?
Andrés: "Sí, después adquirió un sentido místico. De partida, algunos de nosotros somos de Coyhaique, donde la difunta es muy conocida. El mito nace en San Juan, Argentina, pero en la Patagonia también es muy popular. El significado que le damos es que de la muerte sale vida. Se dice que ‘el rock and roll está muriendo’ o ‘rock and roll is dead’ y nosotros sentimos que de esas muertes salimos nosotros, como un eslabón más que nace siempre y se mantiene. Queremos vivir cien años, igual que su hijo".

–¿Le han hecho alguna manda?
"Sí, hemos desarrollado una suerte de fe con la Difunta. Esta banda es una manda y pretendemos pagarla con un concierto multitudinario, cuando se pueda. Sentimos que nos pasan cosas milagrosas, somos personas muy normales que han tenido éxito".

–¿Cómo fue el proceso de humanización? ¿Pasar de ser una banda dentro de un comic a una de carne y hueso?
Charly: "La unión con el comic se da porque la creadora de Julieta es mi polola, hermana de Andrés (el cantante) y amiga de todos. Nos plantearon la idea de ser la banda sonora del proyecto y nos gustó mucho. Así le empezó a ir bien a (la canción) ‘Arrepentido’, de a poco a la gente le empezó a gustar y de la nada fuimos presentándonos en público. Incluso hicimos dos conciertos en el Arena Santiago con un solo single sonando en la radio. Fuimos barsas porque ni el sello ni nosotros mismos sabíamos para dónde íbamos. Todo se fue dando, no nos planteamos nunca una humanización concreta. Entonces sacamos un video sin monos y resultó mucho. Reeditamos el disco de una forma más profesional, sin los comic, y posando nosotros mismos en portada".


Rock, latino y los bronces de la salsa


–¿Cómo se define el rock mezclado con trompetas, trombones y saxo?
Checho: "No podemos definir bien el estilo, lo único que queremos es hacer buena música".

–¿Y sus influencias?
Andrés: "La respuesta que damos es: rock con tres corrientes. Primero, influencias del anglo y el rock clásico setentero. Segundo, la música latina y el folclor popular. Desde las bandas de cumbia y el espíritu sonora a los grupos AM. Y por último, los bronces de la salsa".

–¿Cuál es la evolución que ven en el segundo disco con respecto al primero?

Difuntos vivos: dos momentos recientes de la agenda del grupo, en la Cumbre del Rock del Estadio Nacional y en el Festival del Huaso de Olmué, junto a El Miguel Sexualdemocracia (fotos: difuntoscorrea.cl)
"Principalmente hemos evolucionado en materia musical", agrega el cantante. "Con todas las tocatas que hemos hecho, ejercitamos la relación de cada uno con su instrumento y con nuestros compañeros de banda. Y eso se refleja en el segundo disco. El primero estaba hecho principalmente por Checho, y ahora aportamos todos. Notamos que hemos aprendido a tocar, antes estábamos jugando una pichanga. De repente nos vimos tocando con Los Bunkers y Los Tres, así que no pudimos arrugar, tuvimos que ponernos al nivel. Eso se nota en el disco nuevo".

–¿Cómo empezó la amistad con Mario Mutis?
Checho: Nos invitaron a participar en el disco tributo de Los Jaivas (Homenaje a Los Jaivas, 2006). Vimos la lista de canciones y no estaba ‘Sube a nacer conmigo hermano’, y pensamos que tenía que ir. Después nos encontramos en un carrete con él, le dijimos que escuchara el tema y le gustó mucho. De ahí nos unimos espiritualmente, más que en lo musical. Coincidíamos en el humor, en la forma de ser y el la simpleza de la vida cotidiana. Nos empezamos a juntar cada vez más y lo invitamos a tocar en la Sala SCD y él participó feliz. Era la primera vez que Mario compartía escenario con otra banda que no fuera Los Jaivas".

–¿En ese contexto le pidieron que fuera el productor del disco?
Andrés: "Claro. Para el nuevo disco necesitábamos un productor y enraizarnos con la música chilena. Y él era el indicado para hacerlo. Le pedimos y se embaló con el tema. Nos juntamos a trabajar y se convirtió en el Mario Mutis de Los Jaivas, el músico. Desde el principio nos gustó que nos entendiera la onda. Le tocamos el disco entero y se fijó en las cosas ‘raras’ que tenía. Lo que nosotros creíamos que era single, a él no le gustaba. De ahí nació ‘Mujer azul’ como la primera canción".

–¿Cuál es el beneficio de trabajar con él?
"Lo más importante es que nos deja ser rebelde como él. Podemos ser las mismas personas que somos, sin tener que vender una pose estresante. Él es simple a pesar de ser una estrella de rock. Fue un trabajo muy honesto, salió de nuestro yo más interno. Quedamos satisfechos del proceso y el resultado".

–¿Qué hay de él y de Los Jaivas en Resucitando la fe en un beso fatal?
Andrés: "Hay mucho. Mario se comprometió mucho, sobre todo con ‘Mujer azul’. Esa canción es como el single que Los Jaivas hubiesen querido para ellos, le tocó la letra y la melodía. Fue uno más en el proceso, se le ocurrían ideas todos los días. Fue un riesgo pensar que la gente iba a entender un tema de cuatro minutos y tanto con partes lentas, pero todo salió bien. Al público le gusta el resultado del que Mario es parte. Ahora estamos relajados porque si resultó la primera y no nos destrozaron, a la segunda le va a ir bien".

www.difuntoscorrea.cl
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