Carlos Santana llega a los 60 a todo rock

CIUDAD DE MÉXICO.- Soñador como a los 20, impaciente como a los 30, dinámico como a los 40, experimentado como a los 50. Todo eso y mucho más es Carlos Santana, que este viernes 20 de julio cumplirá los 60 años. Y así es como se caracterizó el mismo guitarrista en su último disco All That I Am (Todo lo que soy).

Eso fue hace dos años. ¿Hora de un disco nuevo? Por supuesto. Uno de grandes éxitos. El hombre del sombrero triunfa en los escenarios de todo el mundo desde hace décadas. Los músicos de rock y de blues más solicitados del ámbito internacional adoran actuar junto al mexicano. Y así queda registrado también en los discos.

Santana vive en San Francisco desde su primera juventud. Hace tiempo que se naturalizó estadounidense, aunque en los últimos años volvió a insistir en sus raíces mexicanas. Cuando viajó hace dos años por última vez a su país natal, reconoció que antes de su muerte le gustaría tocar con los indios huicholes.

De Jalisco a Woodstock

Hasta ahora, Carlos Augusto Alves Santana, nacido el 20 de julio de 1947 en la ciudad de Autlán de Navarro, en el estado mexicano de Jalisco, como hijo de un violinista mariachi, nunca tuvo la oportunidad de hacer algo así. En 1960, se trasladó con su familia a San Francisco.

Muy pronto cambió el violín, que tocaba desde los cuatro años, por la guitarra. Y se puso a tocar rock and roll. Los mariachis y los huicholes tuvieron que esperar. En 1966, a los 19 años, fundó el grupo Santana. Tres años después llegó Woodstock y Santana se hizo famoso con su mezcla de rock con sonidos africanos y latinoamericanos.

En 1970, el grupo vendió más de un millón de copias del disco Abraxas con clásicos como "Oye cómo va" y "Samba pa ti", una cifra extraordinariamente elevada para música predominantemente instrumental.

Con el paso del tiempo, llegaron a venderse cuatro millones de copias del disco. Tras un cierto estancamiento, en 1999 Santana logró un regreso espectacular con el disco Supernatural, el más exitoso de su carrera. En todo el mundo vendió 25 millones de copias, y además se alzó con nueve premios Grammy.

Silenciarse nunca, retirarse jamás

La música que Santana desarrolló en aquel entonces era tan perfecta, los temas tan bonitos, que poco nuevo pudo añadir después. Sin embargo, alternando los miembros de su banda siguió produciendo más discos, casi uno al año, con grupo o solo, y no siempre con éxito. Pero, eso sí, es ovacionado allí donde actúa, también en México.

En 2005 viajó por última vez al país de sus ancestros, que había criticado una y otra vez sobre todo por la corrupción y la inseguridad. Fue el inicio de una gira en la que presentó el disco All That I Am.

Más de 125 mil mexicanos saltaron entusiasmados cuando Santana tocó en el Zócalo de la Ciudad de México "Oye cómo va" o "Black Magic Woman", su música de los años '70. El guitarrista también propagó en esa ocasión su filosofía de vida y envió mensajes llenos de "luz, amor y paz" a los políticos del mundo.

Por ahora no piensa en retirarse. Según declaró, sueña con vivir tranquilo en Hawai con su mujer y dar un máximo de siete conciertos al año. Entre sus planes más cercanos figura un disco de grandes éxitos. En él, según se anunció hace poco, hará una colaboración con la colombiana Shakira.