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No Gods, No Masters

17 de Agosto de 2007 | 01:14 |
No Gods, No Masters

Cuando la mayoría de las bandas de metal han optado por suavizar su estilo o hacerse más digeribles para las masas, Criminal sigue más brutal y extremo que nunca en su último trabajo No Gods, No Masters. Ya el título del disco, inspirado en una consigna del Movimiento Anarquista, sugiere fuerza e inconformismo, desafiando todas las tendencias y modas.

Después de cuatro años de ausencia discográfica, el grupo regresa con nueva formación. La carrera del principal referente del metal nacional comienza a mediados de los ’90 con el disco Victimized (1994) y el exitoso Dead Soul (1997), que vendió cerca de 10.000 copias en nuestro país. De esta forma, Criminal se consolidó como una de las agrupaciones más importantes y reconocidas de Chile, no sólo en la escena metalera, con extensas giras a través de todo el continente y videos que tenían una intensa rotación en la cadena MTV Latino.

Sin embargo, a pesar de los logros, la banda no encontró apoyo de parte de los sellos y tuvo que sacar su tercer disco Cancer (2000) de manera independiente. Desilusionado, Anton Reisenegger (voz y guitarra), co-fundador de la banda y ex líder de los legendarios Pentagram, se trasladó a Inglaterra para probar suerte. Allí conoció a los músicos de Extreme Noise Terror y llegó a ser parte de la alineación de esa agrupación durante un tiempo.

Fue así como empezó a trabajar con tres de los músicos más respetados de la escena británica: Zac O’Neil (Extreme Noise Terror) en la batería, Robin Eaglestone (ex Cradle of Filth) en el bajo y Mark Royce (ex Entwined) en los teclados. Poco tiempo después, Rodrigo Contreras, el guitarrista y compositor del grupo, se traslada a Inglaterra para unirse a la nueva formación.

Así, Criminal volvió a las pistas para realizar múltiples conciertos en Europa, en los que destacan su participación en los festivales de Wacken Open Air y Summer Breeze, así como su reciente gira europea junto a Fleshcrawl y Six Feet Under.

A comienzos del año pasado, Robin Eaglestone dejó el grupo, debido a incompatibilidad de caracteres y diferencia de ideas. Sin embargo, la banda prosiguió con sus planes de grabar un nuevo álbum, dejando para más adelante la decisión de incorporar un nuevo integrante.

Finalmente, en octubre de 2003, Criminal entra a los estudios Springvale en Suffolk, Inglaterra, para grabar el tan esperado No Gods, No Masters, un álbum de excelente factura técnica, que mezcla sonidos del metal europeo moderno con los riffs clásicos del thrash sudamericano.

Es un disco variado, con temas que tienen una estructura armónica más tradicional dentro del género en los que se imponen los riffs de las guitarras, mientras que en otros, el uso del teclado contribuye a generar una atmósfera más oscura, que marca una evolución interesante dentro del estilo del conjunto.

Aun cuando los aportes de los nuevos integrantes son marcados, sobre todo en el aspecto técnico, Criminal mantiene su sello de siempre, basado en el sonido característico que generan la guitarra de Rodrigo Contreras y la agresiva voz de Anton Reisenegger, aspectos que resaltan en cada uno de los once tracks.

No Gods, No Masters es un álbum dinámico, potente y con un sonido muy intenso, en el que sobresalen cortes como el enérgico y muy acelerado “Aberration”; “Deconstruction”, la canción del CD que mejor sintetiza musicalmente el sonido de la banda con sus riffs rápidos y cortos; “Dark Half”, que introduce algunos elementos del metal industrial europeo y “Faceless”, un tema que crea una llamativa sensación atmosférica con su coro suave en el fondo del estribillo.

Las vivencias experimentadas se reflejan en la música y las letras, que hablan de cambios y quiebres profundos, que explican como a veces es mejor comenzar todo de nuevo, renegando de las creencias establecidas y del respeto por el poder. Eso fue lo que hizo Criminal, comenzar de nuevo, pero manteniendo su identidad y sin transar, como lo han hecho siempre.

Nicole van Baal F.

Criminal, “No Gods, No Masters” (2004, Warner)


1.Aberration, 2.Consumed, 3.No return, 4.Deconstruction, 5.Violent Change 6.Tidal Wave, 7.Downfall, 8.Idol, 9.Dark Half, 10.Faceless, 11.Heresy (bow to none).

Duración: 39.58

Intérpretes: Anton Reisenegger (guitarra, voz), Rodrigo Contreras (guitarra), Zac O’Neil (batería) y Mark Royce (teclados). El bajo en el álbum fue grabado por Reisenegger y Contreras.

Producción: Criminal.
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