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Santiago: Jueves 25 de abril del 2024 | Actualizado 10:34
SANTIAGO.- Se supone que la obra “Insultos al Púvlico” (sic), del austriaco Peter Handke, sería el cierre perfecto para que los alumnos de la Escuela de Teatro de la UC pudieran egresar de sus estudios en 2007 y concentrarse en su tesis.
Sin embargo, el montaje del polémico autor adaptado a la actualidad nacional trascendió las tablas y hoy tiene a la Facultad de Artes de la universidad sumida en la controversia. Ello porque se responsabiliza a su decano, Jaime Donoso, de ser el culpable de la salida de Verónica García Huidobro como directora de la Escuela de Teatro, quien renunció el pasado viernes, y de la no renovación del contrato del director responsable de la obra, Rodrigo Canales.
La molestia radicaría en que ambos se opusieron a modificar pasajes del montaje con desnudos, canciones sobre el pinochetismo y las alusiones que se hacía en los diálogos a la Presidenta Bachelet por su peso.
"Es un despropósito"
La medida fue calificada como censura por parte de los alumnos e integrantes de la facultad. Entre ellos está el diputado y actor Ramón Farías, que participó en la obra junto a su hija Rosario, quien se lanza en picada contra el decano, asegurando que “él es el que debería renunciar”.
Emol intentó comunicarse con el decano Jaime Donoso, que se encuentra en las Jornada Musicales de Villarrica, y Verónica García Huidobro, pero aún no se refieren al tema.
“Evidentemente que la obra fue censurada, porque le sacaron algunas imágenes que tenía y también algunos textos”, acusa Farías. “Y obviamente que echar a la Verónica y al director es una medida disciplinaria que tiene que ver con eso. Me parece un despropósito y un absurdo”, agrega.
La principal queja de Farías es la forma en que se trató a García Huidobro (fundadora del Teatro Fin de Siglo). Si bien ésta por ahora sigue como profesora de la Universidad, considera que es una mala señal que se le quitara el cargo como directora de la Escuela de Teatro de la UC conociendo su trayectoria como actriz.
“Cuando uno elige y nombra (a una persona), sabe cuál es la onda y la tendencia. Por lo tanto, sabe cómo van a enfocar la carrera y el curso. Si aquí alguien debiera renunciar, sería el decano porque no tiene idea de lo que está ocurriendo entonces dentro de sus facultades”.
Para graficar sus dichos, Farías cuenta que recién “como a una semana y media del estreno, el decano y la gente se horrorizaron por un trabajo que los alumnos -incluido su hija- habían estado haciendo durante todo un semestre”.
¿Cómo han tomado la medida los compañeros de su hija?
“Creo que evidentemente que los afecta. Porque ya estaban afectados con esto de la censura. Son chiquillos jóvenes, estaban con todas las ganas de participar. Sentían que estaban haciendo algo fuerte, pero nunca pensaron, y por lo que alcancé a ver, que su propia universidad y su propia casa de estudios, los iba a censurar. Y que los iba a tratar mal en definitiva. Incluso, en un momento dado, no les querían pasar el teatro como históricamente lo han hecho todos los cursos (que egresan) para mostrar su obra”.
¿Qué le parece que hayan sacado a la directora en periodo de vacaciones? ¿Se hizo a propósito por haber menos alumnos?
“Obvio que sí. Si ellos sienten que la directora desacató una orden del decano, deberían haberla sacado de momento. No después que la obra se presentó. Ni haber esperado ahora, en un etapa estival, donde tenemos el Festival de Viña encima y que uno se va a olvidar”.
¿Qué cree que fue lo que más molestó al decano y a la facultad? ¿Los desnudos o la alusión a Bachelet?
“Creo que más que eso, lo que molestó fue la alusión a Pinochet al final. Pero si ves la obra, los desnudos no tenían nada. Más complicado eran los textos o escenas cuando estaban vestidos (...) Yo creo que la obra se transformó en polémica gracias a todo lo que hizo el rector, el decano y las autoridades. Si no, hubiese pasado piola. Si bien es cierto que la obra agredía sicológicamente al público, no era grosera ni irrespetuosa”.
"Soy gorda, soy cerda, me visto en el Lider y en Patronato, hice la fila dos horas para votar". El diálogo corresponde a una mujer caracterizada como humillada y derrotada en "Insultos al púvlico", y que supuestamente hacía alusión a la Presidenta Michelle Bachelet .
Sin embargo, los estudiantes que montaron la obra niegan que se refiera a la Mandataria. Dicen que era un juego de palabras que decía esta mujer a propósito de los errores que había cometido en su vida
"Era una persona que decía un monólogo y que contaba las cosas que había hecho en su vida. Era una mina muy derrotada, humillada, entonces ella contaba todas las humillaciones que había hecho", explica un estudiante de la UC que participó de la obra y que prefiere el anonimato.
La idea era que el público se sintiera reflejado en algún pasaje del montaje y por tanto acusara un insulto en su contra. Pero no se los atacaba directamente, agrega la fuente de la escuela de teatro. "En ningún caso se los sacaba a actuar o se los exponía a una escena grotesca como una persona masturbándose. En la obra se hablaba de la pobreza, del homosexualismo y se recreaba una escena de un ensayo tetral donde una directora trataba pésimo a los actores", agrega.
Lo que más sorpresa causó en el elenco, sin embargo, es que por las críticas el montaje fue sometida a un juicio crítico del Consejo Ampliado de la Facultad de Artes de la PUC y este decidió que sí podía exhibirse.
No obstante, ello fue causa de la molestia del decano Donoso, según el estudiante, quien mandó una carta "ordenando" que no se diera la obra, cosa que al no ocurrir, provocó la salida Verónica García Huidobro de su cargo y la no revovación de contrato de Rodrigo Canales, director de la obra e investigador.
En un comunicado de esta tarde, el Comité Pro-Defensa Ciudadana manifestó su “preocupación y rechazo enérgico al acto de censura que afecta a los alumnos de teatro de la Universidad Católica de Chile, también a la directora Verónica García Huidobro y a Rodrigo Canales, responsable de la obra”.
Tanto García Huidobro como Canales se negaron a modificar pasajes de la obra denominada "Insultos al Públicos”, del austriaco Peter Handke, lo cual les costó su despido, agrega el organismo ciudadano.
"La Universidad Católica al aceptar la censura al interior de sus aulas da un mal ejemplo, no solo a sus alumnos y facultativos, sino que a toda la sociedad. La UC con esta medida propina un duro golpe a la libertad de expresión”, señala el presidente del “Comité...”, Eduardo Yáñez.
