Quieren aumentar penas contra robo de obras de arte en Francia

PARÍS.- El año pasado fueron robados en Francia cerca de 3.000 objetos de arte de museos, iglesias y colecciones privadas. Eso implica en promedio ocho obras por día. Este balance coloca al país, junto a Italia, en la cima de los países más afectados por el hurto de objetos de arte.

Sin embargo, Francia quiere enfrentar el tema: la ministra de Cultura, Christine Albanel, planea un amplio plan de seguridad, pero sobre todo penas de cárcel de entre siete y diez años. La ministra de Justicia, Rachida Dati, quiere presentar al Parlamento el proyecto de ley, con penas más duras, lo más pronto posible.

En los últimos meses, varios espectaculares robos de arte llenaron los titulares. En septiembre de 2007, una catedral en Perpiñán fue saqueada en un 80 por ciento. Más de 50 obras de orfebres de los siglo 17, 18 y 19 desaparecieron.

Sólo un mes antes, el 5 de agosto, entre cuatro y cinco hombres enmascarados y armados asaltaron a plena luz del día un museo en Niza. Minutos después faltaban valiosas obras de arte: dos llevaban la firma del pintor barroco flamenco Jan Brueghel, las otros dos eran de Claude Monet y Alfred Sisley, respectivamente.

"La laxitud de los países europeos, que sirve como placa giratoria, ya no puede ser tolerada", explica Albanel sobre su iniciativa, una de las más significativas desde su asunción en junio pasado.

Agregó que el creciente número de robos de obras de arte ha demostrado que los sistemas de seguridad en museos e iglesias son deficientes, y que las penas no son suficientemente disuasorias. Hoy llevarse una obra de arte es tan fácil como robarse una bicicleta, agrega la ministra.

Las valiosas y conocidas obras como las robadas en Niza no pueden venderse en el mercado del arte. Son sacadas de circulación y tal vez vuelvan a aparecer años después. En el caso del arte sacro, como el de Perpiñán, las obras son enviadas a capillas privadas.

"Este arte es transportado en contenedores hacia Estados Unidos, para decorar allí capillas privadas. Intermediarios y comerciantes suelen encargar estos robos", explica Albanel. Por eso también pretende aumentar las penas para los encubridores de bandas.

Muchos de los ladrones de arte jamás son atrapados o son condenados a penas mínimas. Ese fue el caso de Stéphane Breitwieser, el famoso "Arsene Lupin de los museos". El hombre robó durante años más de 230 obras de arte.

En enero de 2005, Breitwieser fue condenado a tres años de cárcel. Gracias a buen comportamiento pudo salir anticipadamente. Y en Fontainebleau, un proceso contra un grupo de comerciantes de arte que durante años vendieron en Amsterdam obras robadas en Francia, terminó con un aplazamiento de la condena con periodo de prueba.

Según Interpol, el robo de obras de arte es uno de los delitos criminales más rentables, junto al tráfico de drogas y personas. Contra este "escándalo", Albanel quiere promulgar duras penas, ya que según dice no sólo se trata del robo de arte, sino de la herencia cultural.