Todas estas piezas menos una fueron compuestas por el saxofonista chileno Guido Ruiz en el mismo lugar: Valdivia. Pero el viaje por el mundo es el sello general de su primer disco, tanto en postales evocadoras como "Lyon - Puerto Montt" y "Stazione di Marino" como en una composición llamada "La 5 sur". La ruta cinco es la que solía usar el estudiante Ruiz, nacido en Ancud pero educado en Concepción, y tanto la francesa ciudad de Lyon como Marino, un pueblo situado entre Roma y Castelgandolfo, son lugares que recorrió durante años de viaje entre Barcelona y otros puntos de Europa antes de volver a estableceres en la sureña Valdivia.
Otra cosa es viajar en el tiempo, y también hay ejemplos aquí. En los años '50 los músicos del bop o bebop reformularon la historia del jazz, pero Guido Ruiz está más atento a la generación hard bop surgida a mediados de los '60 en torno al sello estadounidense Blue Note, con saxofonistas como Jackie McLean y Gary Bartz. "Like that cat" se llama así porque en la jerga bohemia esos músicos se llamaban a sí mismos "cats" ("gatos"), y hay una composición de Sam Rivers, músico de la misma época. Tampoco es la única fuente de Ruiz, que en "Cornettology" parece hacer un guiño a Ornette Coleman, pero no a su consabido legado free jazz sino a su borde más lúdico e inocente, mientras en "Hibel's dilemma", la más disparada de todas, se embarca en un pulso casi de danza judía o klezmer, y hasta propone una lectura de jazz para "Charagua", de Víctor Jara.
El cuarteto de Guido Ruiz es competente. Roberto Dañobeitía toca tanto guitarra eléctrica como acústica en "Lyon - Puerto Montt", mientras Pablo Menares, reconocido entre los mejores contrabajistas de su generación, responde con ductilidad en cada variante, y Félix Lecaros, baterista creativo como pocos en el medio jazzístico, regala un solo de batería inquieto desde el comienzo del disco. Y el saxo de Guido Ruiz suele ganar un protagonismo limpio y diáfano. "Ruido gris" se llama otra de sus composiciones, y es además un buen anagrama del nombre del músico, así que se puede interpretar también como un autorretato: es una música calma y luminosa, que parece tener que ver con el acto de viajar que puebla todo este disco, pero también con el acto de llegar y descubrir un lugar donde quedarse.
