EMOLTV

Una cultura que respira y lucha

El rock se abre el paso aún frente a las hostilidades de los medios masivos, que no lo incluyen en sus páginas ni en sus agendas de cobertura. Cuarenta mil personas bajo el escenario no son mera casualidad.

12 de Enero de 2009 | 15:57 |
imagen

Tapia y Narea juntos. González por separado. Los Prisioneros estuvieron ahí nuevamente, pero desperdigados. Ésta fue una de las imágenes más esperadas en calor del Club Hípico capitalino.

Claudio Caiozzi

El saldo dice que el rock hecho en Chile está vivo y furioso, pese a que vive a espaldas de los grandes medios. La maratónica jornada de ayer -manifestación voluptuosa y excesiva por cierto-, ratificó la diversidad y las ganas del talento local. Pese a los convidados de piedra, baluarte que sin duda llevó lejos la inconsistencia artística de Sergio Lagos, y los nombres oxidados que merecen jubilar de una vez, casillero que simbolizó a la perfección el número semi profesional de Upa!, el cartel resumió la historia nacional según el compás del rock.

El reproche podrá apuntar al sinsentido de aglutinar en doce horas a 80 artistas en tres escenarios demasiado cerca, con las consiguientes complicaciones de producción que redundaron en fallas de sonido y baches por cortes de energía, pero las sorpresas superaron los tropiezos. Entre los números nuevos, Fother Muckers, Vodoo Zombie, Jiminelson y Damajuana imprimieron no solo pasión, sino sentido del espectáculo como pocas veces se ve en los músicos locales.

La nueva generación de cantautores, donde brillan Manuel García, Gepe, Nano Stern y Chinoy, quizás merecían un escenario más pequeño por el sentido íntimo de sus propuestas, pero representaron vibrantes el renacer de la canción de autor en Chile. En la esquina contraria, y a punta de decibeles, el rock pesado conquistó paulatinamente público a medida que avanzaba la tarde: Devil Presley, Yajaira, Dorso, Panzer, Fiskales Ad Hok y Hielo Negro fueron verdaderos mazasos, mientras el funk y los sonidos negros tuvieron su cuota de excelencia con la impecable actuación de De Kiruza, y la pulcra energía de Papanegro.

Los clásicos como Lucybell, Los Tres, Chancho en Piedra, Los Jaivas, Los Bunkers y Jorge González, fueron los pilares de un relato maratónico, cada uno aportando (con intensidades variables eso sí) sus líneas para una historia que clama más atención. Cuarenta mil personas bajo la bandera del rock no son una casualidad, sino la confirmación de una cultura que pese a la indiferencia mediática, vive, respira y lucha.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?