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Pequeño país itinerante

Se formaron en 1999, se disponen a cumplir su primera década de vida y han pasado los últimos tres años radicados en Francia. El grupo Cántaro está de regreso esta semana en su Chile natal para mostrar el sonido de su fusión latinoamericana, y para ponerse al día con la música: "Hay una expresión popular que está en su punto fuerte", dicen.

23 de Enero de 2009 | 18:25 |

Son chilenos, viven desde hace tres años en Francia y en estos días están cumpliendo su primera visita de regreso luego de partir con equipaje e instrumentos en 2006. De modo que traen vuelo para recorrer el sur, el borde del mar y la capital por igual. Cántaro ya ha pasado por Santiago, Osorno y Valparaíso, y en las próximas horas se disponen a tocar en Viña del Mar y Santiago (ver recuadro) para mostrar en vivo su aproximación a la música latinoamericana.

Es un reencuentro al interior del conjunto también, entre su director, Claudio Acevedo, profesor de la Universidad de Chile, que vive en Santiago, y los demás integrantes, radicados en París: Josefina Echenique (voz y percusión), Diana Rojas (voz, clarinete y percusión), Sebastián Seves (voz y guitarra), Favio Villarroel (voz y flauta traversa), Mario Hurtado (voz, guitarra, charango, cuatro y percusión), y Patricio Lisboa (voz y contrabajo). Su actual repertorio tiene un tercio de canciones inéditas, que no han sido impedimento para la comunión con el público local, dicen.

-En Osorno tocamos en un festival de música folclórica: son los campesinos los que van a cantar sus canciones y hay grupos con repertorio más o menos populares que la gente ubica, pero lo que tocamos nosotros le llega a la gente -explica Diana Rojas. "Ésa es una gran ventaja y una suerte que tenemos", agrega Acevedo. "A la gente le gusta a la primera, algo se produce que es como una varita mágica. Desde la primera vez es así".

-¿Cuál es esa vara mágica, la gente reconoce los instrumentos del folclor, los ritmos?
Diana: Yo creo que, más que eso, es porque Cántaro es un pequeño país, una pequeña sociedad. Somos varios los que componemos, todos cantamos, la Josefina principalmente, hay para todos los gustos y es muy abierto, incluso para los niños. Llama la atención esta variedad que compartimos.

-¿Funciona así en todas partes?
Diana: Yo creo que siempre. Porque allá, en Francia, a pesar de que la gente no entiende la letra, es una llegada muy fácil en general.
Lisboa: Además cultivamos la canción como forma, que es muy directa, inmediatamente reconocible. Las canciones tampoco son complicadas, en general con el tiempo eso ha variado. Cada vez nos complicamos un poco menos.


Siempre en taller

Los estudios formales de música son en efecto un punto de partida común a los integrantes del grupo, formado en 1999 en el taller de música latinoamericana que el profesor Acevedo empezó a dirigir en 1997 en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

-¿Más allá de la simplicidad, se nota esa formación académica se nota?
Seves: O sea, amerita ensayar. Pero si hay algún tipo de complejidad, también se trata de que haya algo simple que te ayude a llegar. O si hay canciones con armonías simples, con una melodía bien oreja, uno puede jugar con un arreglo más complejo.
Lisboa: Pero no es difícil. Si uno la guitarrea, la misma canción es simple.

Dos discos ha editado Cántaro, ambos antes de su cambio de casa: Música de raíz latinoamericana (2002) y Andarién (2006). "El primero fue hecho cuando estábamos en la U. Época de experimentación, de querer hacer hartas cosas juntas, de aplicar lo aprendido", sitúa Seves. "De descubrimiento, también", agrega Diana.

-¿Qué conexión ven entre los dos?
Seves: Hay pequeñas células, ciertos colores, dentro del primer disco, que son explotados estéticamente en el segundo.
Lisboa: Tiene un ímpetu del primer disco. Hay una cuestión de la impostación, de la colocación de la voz, pero de todas maneras hay cosas súper impetuosas, en formas de tocar, en las guitarras de la cueca…
Diana: Algo que se conserva, y me imagino que nunca se va a perder, es que la música es un material que va saliendo… ay , se me olvida la palabra…

-Prueba en francés. ¿Spontanément?
Diana: (risas) Espontáneamente. Ésa es la palabra. Es bien espontáneo el repertorio. En ese sentido los dos discos son similares.
Acevedo: Ahora el grupo se da el lujo de elegir, hay un repertorio muy grande. Pero pese a que hay una evolución, y tiene que haberla, si uno escucha una canción del primer disco y las cosas que aún no han sido grabadas para el tercero, es Cántaro. Siempre hemos trabajado como taller, finalmente, todos colaborando con la propuesta.

Bienvenidos a Chile

-¿Fue deliberado que esta gira no pasara sólo por Santiago?
Seves: La posibilidad de mostrar en distintos públicos te acerca a la realidad chilena, porque Santiago no es Chile. Pero es verdad que en Santiago están pasando muchas cosas a nivel musical, y en ese contexto uno trae lo que hace humildemente y se mete también.
Hurtado: Tenemos la suerte de vivir el enriquecimiento de estar allá, pero al mismo tiempo está la experiencia que hay acá y que la estamos perdiendo. Tenemos la intención futura de venir constantemente y de tener un contacto con grupos chilenos que estén pasando por Europa.
Diana: Estamos viendo el desarrollo musical que se ha dado en Chile en los últimos años, justo desde cuando partimos.

-¿Y cómo han encontrado eso acá?
Hurtado
: Yo por lo menos estoy maravillado con la cantidad de cosas culturales que hay, con un movimiento que no sé si antes no había visto.
Seves: Hay una expresión popular que está en su punto fuerte.

-¿En qué se nota?
Seves: Por ejemplo en la expresión que tiene la cueca. Está instalada en el carrete. Se recuperó una cultura que tiene que ver con nosotros, con nuestra expresión genuina y popular. También en orquestas como Juana Fe, la (Banda) Conmoción y otras, no solamente en Santiago, y que hacen una recuperación musical. Al alero de eso está la radio nueva que se abrió, que es de música chilena (Radio Uno), y que toca a hartos jóvenes, músicos que no conocíamos.
Lisboa: Aparte se suma todo lo que se abre por Internet, esa cantidad de cantantes jóvenes que han ganado harto espacio y que están haciendo sus discos solos en sus casas, Chinoy, Javier Barría…

Nueva Canción, herencias y diferencias


-¿Mucha diferencia entre tocar para el público chileno y el francés?
Diana
: La recepción es igual. La gran diferencia es su manera de demostrar que están emocionados. Es bastante menos demostrativa, pero están emocionadísimos.

-¿El público allá hace la conexión entre Cántaro y grupos como Inti-Illimani o Quilapayún?
Lisboa: Eso pasa en círculos más o menos específicos. Sí te relacionan mucho con la dictadura en general. Te preguntan por cómo está el país, qué tal la Presidenta con nombre francés. En ese tiempo a Francia llegó mucho exiliado chileno dedicado al ámbito cultural, y en ese sentido las relaciones con los chilenos son buenas.

-¿Tampoco es rara esa referencia para ustedes? Cántaro es bien heredero de la Nueva Canción Chilena.
Seves: Claro. Igual tenemos una diferencia, que son las chiquillas. Ese solo elemento era distinto.

-Verdad. En los grupos de ese tiempo no había mujeres.
Diana: Terrible de machista.
Acevedo: Ése es un rasgo característico de Cántaro. Sonoramente y estéticamente.

-Recién en un tercer disco se va a notar la influencia de estar en Francia. ¿Cómo les está saliendo la música después de haber cambiado de lugar?
Diana: Lo hemos notado en los textos. Yo siento que estamos más calmos.
Seves: Hay una situación que tiene que ver con el idioma, creo yo. Hoy para decir algo nos demoramos menos. Ocupamos menos palabras. Yo creo que cuando uno está en un idioma extraño, para que lo entiendan, uno trata de ser lo más concreto posible, y eso mismo lo hemos llevado al español. Además tiene que ver con el momento en que estamos cada uno: bordeando los treinta años, algunos medio pasados…
Diana: Bueno, tú serás… (risas).
Seves: Estamos diciendo cosas con más carácter.
Josefina: Hemos tenido forzosamente que reacondicionar el repertorio antiguo, y eso nos hace experimentar con cosas nuevas, tener que tocar otros instrumentos, escuchar una música a la que no estamos acsotumbrados corrientemente. En ese sentido hay nuevas posibilidades.

-¿Les podría pasar como a Inti-Illimani, que empezó a incoporar música de la tradición italiana, por ejemplo?
Seves: Hemos escuchado música allá, pero…
Diana: … todavía no se nos pega (sonríe).
Seves: Más bien estamos cerca de la música popular, de pop, que de la tradicional. Es mucho más probable que nos acerquemos a eso que a la música más genuinamente europea.
Hurtado: Independiente de que hagamos música de raíz latinoamericana, es nuestro bagaje, nuestro paso por la historia, las historias de nuestras familias, lo que nos puso esos instrumentos en las manos. Pero nunca ha habido una intención de defender puristamente el folclor. Han salido canciones con ritmos de landó, de cueca, pero cuando aparezcan cosas nuevas no va a haber ningún tipo de complejo.

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