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La feria de atracciones

Esta es la chapa musical de Andrés Pérez Lecaros, un músico que está presentando Parque de dimensiones, uno de los estrenos solistas más potentes del año: "Hice este disco como si me fuera a morir mañana", dice Yo soy Pérez.

29 de Julio de 2010 | 10:57 |

Andrés Pérez Lecaros (36) viene tocando desde los '90. Partió cantando y tocando guitarra en grupos de fusión latina con fuertes elementos pop: Tropiflaite y La Bicicleta. Pero también colaboraría con Hermanos Brothers, La Rue Morge y Dracma. Tantos estilos encarados, volvieron inevitable una carrera solista de las mismas características. Él mismo lo reconoce.

Y eso queda patente en Parque de dimensiones, su excelente debut bajo el nombre de Yo soy Pérez, publicado por sello Infanta Terrible, que de paso el mismo que editó los recientes discos de Muza y Javier Barría.

Un disco que aborda desde la canción beatlesca al sonido ochentero procesado en Miami, es uno de los grandes lanzamientos de este año. Se presentará el jueves 29 a las 21:00 en el Salón Cienfuegos (Constitución 67). Su plan dice es "partirle la cabeza a la gente con las canciones del disco y pasarlo obscenamente bien tocando". Dice que hay temas que suenan tal cual como en el disco, pero otros lo han "reversionado". "Es bien excitante para la banda, y jodido a la vez, porque hay mucha información que administrar. Prometo intensidad, eso sí".

-En el rock nacional hay un consenso en torno a la canción por sobre la exhuberancia instrumental.  ¿Estás de acuerdo?
-Creo que una buena canción siempre se defenderá en el medio que sea. Hay alta oferta de medios y hay muchas bandas, en todas partes. Pero de todas formas hay que hacer canciones que marquen una diferencia con lo que te rodea. Que una canción se destaque hoy en día es bastante complicado.

-También hay demasiados medios dispersos para difundirlas: blogs, myspaces, microescenas.
-Pero ley pareja no es dura. O tal vez sea durísima. Pero hay que hacer lo mejor que puedas con los elementos que tienes. Eso ha sido siempre igual.

-Tu disco parte fuerte con "Parque de dimensiones", pero inmediatamente aparece una pieza orquestada: "Sólo un pez". Después te pones más introspectivo. Y más adelante te la juegas por más estilos aun. ¿Quisiste tirar toda la carne a la parrilla en este disco?
-Este disco lo hice como si me fuera a morir mañana. Reuní muchas canciones. Las viejas y las del momento. Las que más me gustaron quedaron. De hecho hay un "lado B" de diez canciones que incluso pensé sacarlo como un segundo volumen de Parque de dimensiones.

-¿Y lo harás?
-No por el momento. Sobre el tema de los estilos variados es algo usual para mí. ¿Qué te puedo decir? Me gustan muchas formas distintas y siempre se aparecen "tentaciones" en la mitad del proceso.

-¿Cuáles fueron las grandes conquistas musicales de este disco?
-Es que cada canción está por una razón específica e importante para mí. Es como que preguntes a qué hijo quieres más. Cada tema hace su trabajo y contrapesa el otro.

-A ver...
-Hay distintos criterios: mi hija "Rafaela" realmente cree que su canción es la mejor de la historia (se ríe) y eso, créeme, es un gran logro. Por otro lado jamás creí, por mucho que ande en lo de la canción simple, que iba a escribir una como "La máscara de todas", que es una muestra brutal de neochulería expresionista y que me encanta, por chula. No sé, complicada tu pregunta. Creo que no me la voy a jugar, ¡me da cargo de conciencia!

-Sería interesante conocer la forma en que compones. 
-No tengo método para componer. Pero necesito que algo me remueva fuertemente. Y puede ser absolutamente cualquier cosa, persona o situación. Por ejemplo, me leí la "Sombra del viento", de Carlos Ruiz Zafón y quedé vuelto loco. Ahí había una canción que quería existir y tenía que encontrarla. Me demoré un año en hacerla. "Sólo un Pez", la hice en una tarde, en la playa. Y así. Lo de los arreglos es otra cosa, por que ahí aparecen las obsesiones de productor y todo eso que me entretiene muchísimo.

-Te imagino trabajando mucho en el estudio...
-Invertí mucho (recalca la palabra) tiempo en todo eso. Hice muchas versiones de algunas canciones. Es como tallar: le das y le das hasta que aparezca la forma que quieres. Intento ser lo más acucioso posible en la producción. Debe ser coherente, honesta. Aunque hay gente que no le importe nada lo que ocurre atrás de la voz principal, todos esos detalles me fascinan. Puede haber mucho oculto en todas esas "capas secundarias".

-¿Cuánto se extendió la grabación? Sé que Sol Aravena y Pedropiedra colaboraron contigo... Al parecer no eres el típico "cancionista solitario que toca todos los instrumentos".
-Me demoré como tres años en hacer este disco. Y sí, lo grabé casi todo yo. Ahora, por ejemplo, no me gusta como me suena el bajo cuando yo lo toco, así que mi compadre Víctor García estuvo ahí siempre con su peso fenomenal en algunos tracks. Pedro había grabado cosas para "Papaya" hacía tiempo y quedaron, después nos juntamos entre sus viajes a México y me grabó la guitarra de "Dejen de actuar", y quedó bacán. Cosas así. A la Sol me la topé en el estudio del Prabha y le dije ¿cómo te sale decir "hola"?. Eso sólo por nombrar algunos. Los invitados no son una necesidad, son un placer que colorea.

-¿Cómo te decidiste a ser solista? Lo digo porque tienes un extenso currículo de colaboraciones. ¿Tenías muchas canciones guardadas?
-Lo veía venir hace rato. Quería decir algo y decirlo solo. Hacerme completamente responsable de algo. Culpable incluso. Feliz con todos los errores y las virtudes de la obra. Lo ves terminado y dices, "que bien, esto es y se acabó". Como cuando pintas un cuadro o escribes un libro. Lo quise hacer cuando me di cuenta que podía. Por ahí también siento que "debía". Ahora también tuve tiempo y la ayuda de mucha gente muy, muy generosa, talentosa y preparada. Larga lista. Nadie quiere estar solo en verdad.  Bueno, al menos yo no, "nica".

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