Nada se pierde, todo se fusiona

Son cuarenta años casi exactos de historia los que el músico Enrique Luna está poniendo en juego sobre el escenario en estos días, pero en su caso se resumen en una sola palabra: Fusión. O en el cambio que hay entre las palabras fusión y fusion material, en español la primera, el inglés las últimas.

Fusión es el grupo con que este bajista peruano fue precursor en las tendencias del jazz rock o el jazz fusión en Chile desde comienzos de los años '70. Y Fusion Material es la nueva banda con la que, de regreso luego de décadas de viajes, Luna se dispone a reanudar la historia con un concierto este miércoles 5 de enero (ver recuadro) en el Club Loreto del barrio Bellavista en la capital.

En medio, el bajista ha permanecido fiel al destino viajero que ya traía al llegar a Santiago en los '60, proveniente de Nueva York y cargado de influencias nuevas para la escena del jazz y el rock en el Chile de la época. Luego, tras el golpe militar de 1973, se quedó sólo hasta mediados de los '70. A comienzos de los '80 inició una larga estada en Lima, Perú. Entre 2001 y 2004 se instaló en Cuzco. Ha pasado los últimos años cinco años en Bolivia, y todo cruzado por frecuentes viajes a Europa y EE.UU., donde ha continuado haciendo giras, grabando discos e impartiendo clases.

Hoy es un nuevo turno para Chile en el itinerario de Luna. Ya estuvo en Santiago hace un año exacto, en enero de 2009, y ahora está de vuelta desde noviembre pasado. En ambas visitas tocó en vivo con Fusion Material: en enero con una versión embrionaria junto a Daniel Lencina hijo (guitarra), Franz Mesko (saxo) y Jaime Labarca (batería), y en noviembre con otra más consolidada junto a Lencina, Mesko y el percusionista cubano David Ortega. En ese mes dio también dos clases de bajo en la Escuela Moderna de Música de la capital, esa vez junto al dúo entre Ortega y el saxofonista Lino Barbolla.

La formación con la que subirá este miércoles al escenario del club Loreto es una combinación de las anteriores. Fusion Material son ahora Luna, Lencina, Barbolla y Ortega. Y el repertorio reciente del grupo incluye temas propios con diversas fuentes como el second line o ritmo tradicional antecesor del funk que se oye en "Raggedy", el drum 'n bass filtrado en "New horizon" o la balada "Song fo Jaco" dedicada al legendario bajista Jaco Pastorius, pero tambien adaptaciones de composiciones de Sonny Rollins o Wayne Shorter.

-Hay varios temas propios y arreglos de standards (canciones de jazz populares) tocadas como pop jazz -distingue el músico-. Ese tema de Sonny Rollins es como un mambo. Y el de Wayne Shorter lo hacemos en versión hip-hop.

-¿Es hip hop aunque o haya nadie rapeando?
-Claro. Es hip-hop instrumental.

Gente que se puede fusionar

-¿Cómo fue tu elección de los músicos?
-Con el Dani Lencina siempre me ha gustado tocar porque es un chico que está en permanente evolución. Nunca llega a un plató donde dice "Éste es Daniel, así toca él", siempre está escuchando cosas distintas. Lo conozco desde que gateaba (Lencina es hijo del célebre trompetista uruguayo Daniel Lencina, músico a su vez cercano a Luna). Con Dani empezamos a tocar juntos en los años ’80.

-¿Y con David Ortega?
-David Ortega es un músico con quien he tenido una experiencia especial en términos de empatía. La primera vez que tocamos juntos, hace más de veinte años, fue en un jam (sesión improvisada), no nos conocíamos, y después del jam nos abrazamos, así (hace un chasquido), sin preguntar "¿Cómo te llamas?" ni nada, fue una cosa visceral. Le gusta tocar mucha percusión, pero me dijo que si yo venía iba a tocar batería. Es como me gusta trabajar. Porque si acá quiero tocar con alguien muchos (músicos) son como taxistas -sonríe-. David siempre tenía interés, en la música africana, en el acid jazz, que por supuesto es más una línea que a mí me gusta hacer pero que a él también le gusta.
 
Ninguna mirada a la historia de Fusión está completa sin consignar al menos la veintena de integrantes que pasaron por sucesivas alineaciones del grupo, desde 1970 hasta la grabación de su único disco, Top soul (1975). Junto a Luna tocaron en ese grupo el baterista Orlando Avendaño, los pianistas Matías Pizarro y Mario Lecaros, el organista Víctor Rivera, el vibrafonista Guillermo Rifo, los guitarristas Lautaro Rosas y Leslie Murray, el flautista Ricardo Salas, los saxofonistas Sandro Salvati y David Estánovich y los percusionistas Pedro Greene, Santiago Santa Salas, Andrés Titi Gana, actual pintor, y Claudio Bertoni, actual fotógrafo y poeta.

-Fusión fue siempre un grupo en transformación constante. ¿Con Fusion Material es igual, o ésta es una formación definitiva?
-Vamos a arrancar con esto, pero me gustaría que hubiese un teclado y un trompetista con sordina, aunque eso es más difícil. Lo podría hacer Daniel Lencina padre, pero él está en su propio rumbo ahora.
 
-El nombre que pusiste al grupo se relaciona con la banda original, pero al mismo tiempo se diferencia. ¿Qué tiene de continuidad este grupo con Fusión de los '70 y qué de distinto?
-La gente con la que estoy trabajando ahora continúa siendo fusion material. Es gente que se puede fusionar, que tiene interés en esa forma de hacer música, y ésa es la continuidad que tiene con Fusión, es la misma política.

-¿En ese caso por qué no se llama Fusión?
-Es que no son las mismas persona y es otra época. Es material de fusión más que Fusión.

De improviso: Luna por libro

En paralelo Luna llega a Chile con dos libros recién publicados, en agosto de 2010, "Armonía bicordal" y "Ensamble de bajo", métodos en torno al uso del bajo como fuente de acordes, con dos o más cuerdas pulsadas cada vez.

-Vengo tocando armonía bicordal desde que vi a Jaco Pastorius haciendo cosas con bicordes y quise desarrollarlo más. Pero no había más materia -explica-. Creo que él (Pastorius) escribió como media página de temas, ¿no? Porque después tenía interés en encontrar otras cosas. Me demoré como cuatro años en desarrollar el sistema.

El autor tiene otras dos publicaciones en perspectiva, "Bajo solo" y un cuarto libro sobre improvisación, trabajado junto al pianista chileno Mariano Casanova. "Lo que a mí me interesa de la improvisación es comunicar el idioma, la autenticidad del idioma. Porque he escuchado a mucha gente joven y no tan joven improvisar y no sé de qué están hablando. No es free jazz, no es folclor, no sé si es poco desarrollado o naïf o están buscando, pero no es como 'esto soy yo y lo que quiero decir'".

-¿Hay ciertos patrones pese a la noción de improvisar como tocar lo primer que se viene a la cabeza?
-Hay. En la India la improvisación es libre entre comillas, pero hay un lenguaje, ritmos, las escalas, afinación, que determinan un idioma. En el jazz hay muchos que improvisan sin mucha autocrítica. En una improvisación construida como un edificio, cada nota que estás haciendo es súper importante. Hay un rigor, tiene que haber un orden.

-¿El free jazz puede haber sido malentendido entonces, como un  espacio de libertad total?
-En el free jazz hay algunos que son más musicos y otros menos músicos. Cuando abres una caja de Pandora y dices "vamos a hacer free jazz", seguro que en la medida en que tengas más libertad puede haber más adeptos. Lo que no significa que sean mejores músicos. Eso va decantando con el tiempo y quedan los más músicos de la época.

-¿Esta vez tu idea es de quedarte más tiempo en Chile?
-Ahora me interesa aterrizar. Estoy trabajando en un CD de payadores y raperos que cayó ahí y ayudando al Dani (Lencina) a hacer una producciones de hip-hop. Lo más probable es que me quede porque mi esposa es chilena y estamos acá.

-¿Además tenía que ser aquí donde retomaras el trabajo que hiciste con Fusión?
-Claro, quise darle una continuidad donde dejé el tema. 

-¿Es demasiado improbable retomar incluso el repertorio de esos años, o el que grabaron en el disco del '75, como "Balada de Matías" o "Mambiadito", por ejemplo?
-Daniel Lencina padre quería que volviéramos a grabar "Mambiadito" juntos. Pero yo soy el único que queda de ese tiempo.

-Pero muchos de tus compañeros están activos hoy: Avendaño, Rifo, Bertoni. ¿Está la opción de juntarte con ellos?
-Me he encontrado con (Guillermo) Rifo algunas veces, pero en general no he visto a mucha de la gente. Habrá que ver si aparecen por Facebook -sonríe Enrique Luna-. Una cosa así.