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Pichidegua y los 80 escritores más jóvenes de Chile

"Las ruedas de Larmahue" se llama el libro donde, en un relato coral, alumnos de varias escuelas rurales de la Sexta Región dejaron fluir la pluma y le cantaron al emblemático símbolo.

01 de Abril de 2011 | 17:51 | Emol
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''Las Ruedas de Larmahue'' recopila los relatos de niños de escuelas rurales de Pichidegua.

Archivo El Mercurio

SANTIAGO.- Las ruedas de Larmahue son unos molinos de agua que se ubican en Pichidegua, Sexta Región, y que fueron declaradas Monumento Histórico Nacional en 1998 y Aporte al Bicentenario en 2009.

Esas mismas ruedas inspiraron a niños desde kinder hasta octavo básico de 12 escuelas rurales de Pichidegua. Arrastraron a algunos profesores y todos, a coros, crearon el libro "Las ruedas de Larmahue. Poesías, cuentos y otros relatos", compilado por el escritor Reinaldo Marchant y la profesora María Cecilia Elgueta.

"Sus ruedas giran y giran / Las flores no paran de girar” escribe Stephanie Aliaga, de la Escuela Básica Patagua Cerro. "Quiero escuchar como mi rueda salta en el canal", recita la pequeña Mayra Orellana, de Caleuche.

Darío Cofré, de San Roberto, recuerda que las ruedas "riegan las frutas, el maíz y el naranjal" y Camilo Castro señala, enfático, que todo es parte de un sueño.

Son "Las ruedas de Larmahue" y un recuento, un homenaje al objeto y a su pueblo, que tendrá su lanzamiento en abril, aprovechando el "Día del Libro".

"El proyecto fue iniciativa del alcalde de Pichidegua Adolfo Cerón. A mí me pareció fascinante poder compartir los procesos de creación literaria con esa clase de estudiantes, tan aislados y esforzados que incluso, por la lejanía, ni siquiera conocen el mismo lugar que los vio nacer", cuenta Reinaldo Edmundo Marchant, con largo recorrido en la literatura y el fútbol y cuya obra "El ángel de las piernas torcidas" está dedicada a Garrincha.

"Comenzamos el 2008 y ha sido una iniciativa muy positiva para los alumnos. Ellos jamás habían podido compartir con un escritor, tocar sus libros y darse cuenta que no era nada extraordinario, que ellos, con perseverancia, constancia y disciplina, también podían crear no sólo libros, sino también en otras especialidades artísticas", agrega Marchant.

Lo cierto es que 85 niños, jóvenes y adultos soltaron la pluma. Evelyn de la Escuela Enrique Serrano de Viale Rigo, o Matías Tobar de la José Bernales Castillo fueron protagonistas. O Valentina, Judith, Gina Rubio, Javier Dinamarca y muchos de los niños que replicaron lo que hicieran la mayoría de los poetas chilenos de renombre: Cantar desde su tierra, desde el anonimato, lejos de la capital.

El proceso incluyó cerca de 600 alumnos que se animaron a darle vida a dos concursos literarios. Todo terminó en un libro que enorgullece a Larmahue y Pichidegua.

La historia dice que Pichidegua es rica en maíz y trigo, pero que el terreno cultivable estaba, antaño, sobre el nivel de las aguas de riego. Y la solución fue construir a orillas del río Cachapoal enormes ruedas de madera, "como las norias de los parques de diversiones".

Hoy existen cerca de 20 ruedas a lo largo del canal Almahue, en Larmahue. Únicas en América y con visitas por doquier. Como para detenerse un poco y escribirles un libro, un canto que rueda por Pichidegua.

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