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El líder de Jethro Tull toca hoy en Santiago: "Va a ser cien por ciento eléctrico"

Ian Anderson, el reconocible flautista y cantante de esa banda inglesa, presenta esta noche su gira como solista en el Teatro Caupolicán. Aunque no se diferencia mucho de un show de Jethro Tull, avisa.

20 de Mayo de 2011 | 16:28 | Por David Ponce, Emol
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Solo pero acompañado: Ian Anderson se presenta este viernes 20 de mayo en el Teatro Caupolicán, con dos integrantes de Jethro Tull en su banda.

Ricardo Vásquez.

SANTIAGO.- Anochece en la capital y por uno de los pisos superiores del hotel Sheraton, con una confortable vista a la hora del taco santiaguino, se pasea Ian Anderson, el líder de la banda de rock inglesa Jethro Tull, a veinticuatro horas del show que dará este viernes 20 de mayo en el Teatro Caupolicán. Anderson literalmente no se separa de un estuche de cuero negro en el que guarda su flauta traversa, el instrumento que desde fines de los años '60 lo ha hecho reconocible a escala mundial como cantante y flautista de esa banda. Incluso si en esta vuelta viene como solista.


-La gente me pregunta qué diferencia hay entre el show de Ian Anderson y el de Jethro Tull -parte planteando el músico-. La respuesta es esto:


Y la respuesta es el gesto que hace Anderson de levantar una mano y separar el pulgar del índice un par de milímetros: una imagen vale más que mil palabras.


-Básicamente tres de nosotros, se trate de un show de Ian Anderson o uno de Jethro Tull, somos los mismos músicos en escena. Y soy yo, el mismo tipo, tocando mi música -explica. En efecto la banda que lo acompaña en esta gira consiste en dos músicos de su histórico grupo y otros dos integrantes, entre ellos el guitarrista Florian Opahle, de veintiocho años. "Con él he estado tocando durante diez o doce años. Sólo tenía veinte cuando empezó a tocar conmigo. Y el repertorio que traemos no es muy distinto al de un show de Jethro Tull. Hay tres canciones nuevas para un nuevo disco que escribí".


-¿Suyo o de Jethro Tull?
-Es muy pronto para decir algo al respecto. Lo voy a grabar en noviembre y saldrá en marzo del año siguiente, así es que falta casi un año. Lo tendremos más claro probablemente justo antes de la Navidad. Pero está todo compuesto, todas las letras y la música. Y sin duda va a ser grabado con algunos de los músicos que van a tocar conmigo mañana.


-¿Los instrumentos o el sonido sí son una diferencia en su show como solista?
-Cuando hacemos giras de este tipo sólo traemos lo que podemos poner en el avión, que no es mucho. En las giras europeas podemos tener algunos instrumentos acústicos más, aparte de los eléctricos. Extraño que Florian no toque la guitarra acústica; en el tour que hicimos en EE.UU. el año pasado probablemente el setenta por ciento era acústico y el treinta por ciento era eléctrico. Pero hoy va a ser cien por ciento eléctrico.


Formada en 1967 y con más de veintinco discos grabados desde 1968 en adelante, la banda histórica de Anderson tiene hitos como el LP Aqualung (1971) y es parte de las tendencias del rock progresivo y sinfónico, corrientes que desde fines de los años '60 aumentaron la complejidad de la música rock en manos de bandas como Yes, Genesis, Pink Floyd, los propios Jethro Tull, King Crimson, Focus, Caravan, Gentle Giant, el trío Emerson, Lake & Palmer o Asia, una banda que por coincidencia va a tocar en Santiago esta misma noche, en La Cúpula del Parque O'Higgins.


-¡Oh! Con Carl Palmer, yeah, yeah -dice Anderson al darse por enterado, en alusión a Palmer, baterista de Emerson, Lake & Palmer e integrante de Asia junto a otras glorias del estilo como Steve Howe (guitarrista de Yes) y John Wetton (ex bajista de King Crimson)-. Lo divertido es que reconozco el nombre de Asia. Estoy seguro de que he escuchado su música. Pero no puedo relacionarla con nada que recuerde. Creo que además de Carl Palmer hay otra gente que conozco: John Wetton, que tocaba en una banda llamada UK, con (el violinista) Eddie Jobnson, y tocaron en un tour con Jethro Tull en 1980. Y pienso que está Steve Howe, a quien conocemos por Yes. Es una de esas bandas a las que llamaban "supergrupos" en ese tiempo.


-¿Siente algo en común con todos esos grupos? ¿Significan algo para usted las palabras "rock progresivo" ahora?
-Creo que sí, es fácil hacer chistes sobre eso. O sea, yo hago chistes sobre el rock progresivo. Hago chistes sobre Emerson, Lake & Palmer y sobre Genesis y Yes y King Crimson y... Algunos de los músicos eran un poquito obsesivos en demostrar que podían tocar muchas notas, en particular los de Yes, y Emerson, Lake & Palmer, y acostumbrábamos a reirnos de ellos. Pero considerándolo como género musical, cuando miras hacia atrás, históricamente, estos tipos hicieron cosas que otra gente no pudo hacer, y llevaron la música hacia otras áreas. Creo que hay que estar muy agradecidos de eso, por ese pedazo de desarrollo musical, te guste o no. Es parte de una evolución, a partir de una música simple y exploraron en mayores complejidades y posibilidades intelectuales.


-¿Habla de "ellos" y no de "nosotros"? ¿Jethro Tull no es parte de esa generación?
-Bueno, creo que fuimos un poco parte de eso, pero Jethro Tull era un poco más áspero y tenía más improvisaicón. Equilibramos los arreglos escritos y más ordenados con la improvisación. Algunas de esas bandas eran demasiado clínicas, organizadas. En nuestro caso había una mayor aspereza y en las letras había más disconformidad. Escribí canciones divertidas y alegres, pero también algunas airadas y cínicas. No creo que cuadremos mucho con esas bandas de prog-rock, salvo por un par de discos que hicimos en el '72 o el '73. Pero ciertamente ha resurgido un interés de una generación más joven en ese fenómeno musical, en el estilo y la musicalidad del prog-rock.


-¿En qué se nota eso?
-Lo sé a ciencia cierta porque veo el público para el que tocamos, gente de dieciocho o veinte años que de verdad se está fijando en esa música. Tal vez en EE.UU. no es tanto, pero no me sorprendería que el próximo año empezara a ocurrir. En particular es evidente en ciertos países: Italia, España, América Latina. Es un asunto latino, equilibrar el corazón y la mente, son audiencias que están conectadas entre lo intelectual y lo emotivo, entre la mente y el corazón. En EE.UU o incluso en Inglaterra nos da miedo ser románticos.


Ian Anderson y sus músicos se presentarán este viernes 20 de mayo a las 21.00 horas en el Teatro Caupolicán de la capital, situado en calle San Diego 850 (699 1556, 697 3883), con boletos disponibles en localidades de palco ($50.000), platea preferencial ($35.000), tribuna numerada ($15.000) y tribuna general ($10.000), en venta por medio del sistema Ticketmaster, que aplica un recargo sobre estos precios.

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