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Ennio Morricone repartió emoción y nostalgia en su regreso a Chile

Cerca de 5 mil espectadores siguieron atentamente los movimientos del compositor romano frente a la Orquesta Sinfónica de Chile, con la viajó por parte de su inmenso repertorio musical para el cine.

19 de Junio de 2011 | 00:29 | Emol
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El compositor italiano revivió sus clásicos, como "El bueno, el malo y el feo'' y ''La misión''.

José Luis Rissetti, El Mercurio

SANTIAGO.- Tres años después de desatar una inesperada locura colectiva en su primera visita a Chile, el compositor italiano Ennio Morricone retornó al país para demostrar que sus legendarias composiciones para el cine son sencillamente inmortales.


Unas 5 mil personas llegaron al Movistar Arena para presenciar el primero de los dos conciertos que el músico romano ofrece en Santiago, esta vez acompañado por la Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro de la Universidad de Chile, dos efectivos tripulantes para la aventura musical que ofreció el compositor.


Los espectadores siguieron con atención los movimientos de Morricone, quien desde su podio puso en movimiento a la orquesta para pasearse por varias etapas y géneros de su extensa filmografía de más de 500 trabajos para el cine y la televisión.


Los compases de "Érase una vez en América" sirvieron para abrir la velada, dando paso a composiciones quizás no tan populares del músico, pero que fueron recibidas con los brazos abiertos por los asistentes. Si bien se extrañaron clásicos como "Cinema Paradiso" y "La leyenda del pianista sobre el océano" en el repertorio, fue la oportunidad de descubrir obras igualmente bellas y menos difundidas del artista, como "Maddalena" o la extensa suite de "L'Ultimo Gattopardo".


Los clásicos, por supuesto, no estuvieron ausentes. Morricone se internó con el oeste con sus inolvidables melodías de spaghetti westerns con la a yuda de la soprano Susanna Rigucci, ovacionada tras dejar el escenario con "El éxtasis del oro" de "El bueno, el malo y el feo".


Su trabajo para "La misión" tampoco fue olvidado y se presentaron tres de los temas emblemáticos de una de sus bandas sonoras más conocidas. Luego de una hora y 40 minutos de concierto ininterrumpidos, sin el tradicional intervalo divisorio, un vigoroso Morricone se despidió de la audiencia con tres encores y una lluvia de aplausos.

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