Con el efugio de que lo hacía ''en el nombre de la ciencia'', el explorador estadounidense Hiram Bingham tomó prestadas 200 piezas arqueológicas de la ciudad inca de Machu Picchu en 1911, que lógicamente nunca devolvió.
El Mercurio
LIMA.- La ciudad del Cuzco, al sureste de Perú, recibirá este miércoles las más de 200 piezas arqueológicas de la ciudadela inca de Machu Picchu,
devueltas este año por la Universidad de Yale, con “una gran fiesta”, adelantó hoy el ministro de Cultura, Juan Ossio.
El ministro peruano dijo a los periodistas, en el aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima, que “la Casa Concha (donde serán expuestas las piezas) ya se encuentra lista” para recibir los restos consistentes en cerámicas, artefactos y algunos fragmentos óseos.
Ossio indicó que las autoridades del Cuzco, con quienes estuvo reunido en los últimos días, han preparado una gran programación para celebrar la devolución de las piezas, que el explorador estadounidense Hiram Bingham llevó a Estados Unidos tras el hallazgo de Machu Picchu en 1911.
El Gobierno peruano llevó a cabo una negociación con Yale para conseguir la devolución de todas las piezas (que concluirá a fines del próximo año), para celebrar el próximo 7 de julio el centenario del descubrimiento atribuido por Bingham.
De otro lado, sobre la posibilidad de que la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura) declare a Machu Picchu como patrimonio en peligro por un exceso de visitantes, el ministro de Cultura dijo que es “una pena” que esa organización “tenga que sacar a la luz, en estos momentos” esa declaración.
Ossio agregó que envió a la sede de la Unesco, en París, a la directora de sitios patrimoniales, Ana María Hoyle, para que sustente las acciones que el ministerio de Cultura viene desarrollando para la protección y conservación de este patrimonio.
En opinión del ministro, la propuesta de abrir otra ruta de acceso a la ciudadela, desde la vecina localidad de Santa Teresa hacia Aguas Calientes, no tiene futuro porque la capacidad de visitantes diarios en Machu Picchu (de 2.500 personas) está controlada.
